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La transformación de las tómbolas en el tiempo

Los aparatos electrónicos de estos míticos puestos cobran fuerza en las últimas ferias, con un patente protagonismo del patinete eléctrico desde el año pasado
Foto: Saúl García
02/09/2023 - María Valverde

El paso de los años, de algún modo, transforma a elementos tradicionales. Es el caso de las míticas tómbolas o los puestos de tiro, dos de los ingredientes indispensables para celebrar la Feria de San Julián. El principal atractivo de las dos es, por un lado, el premio, y, por otro, el juego. Las recompensas a obtener, gracias al azar o a la maña, han cambiado en las últimas ferias. 

Las tendencias son, principalmente, las que marcan la oferta de regalos. Así lo afirman José Antonio Monterrubio y Taisa Benito, propietario de la Tómbola ‘El Terremoto’ y empleada en Hermanos Benito. Los dos coinciden en que este año el reclamo del público son los peluches de Mario y Stich. Otro de los protagonistas es el patinete eléctrico, que tiene una gran demanda en la tómbola desde el año pasado. 

No ha sido así siempre. Hace años, Monterrubio recuerda cómo los conquenses visitaban la tómbola en los años 80 en busca de la conocida muñeca ‘Chochona’ o su ilusión al escuchar ‘¡Qué alegría, que alboroto, otro perrito piloto!’, otro de los más solicitados. Después de varias décadas, ya no se vociferan estos nombres y, en su lugar, los dispositivos electrónicos cobran fuerza. Sin embargo, a pesar de su éxito, los peluches y juguetes se mantienen como uno de los premios más demandados. El paso en las tómbolas ha ido desde las clásicas muñecas hasta las motos de gasolina o las mountain bikes y, ahora, las de cross. 

Este año la tendencia son los patines eléctricos y peluches de Mario y Stich

El jamón, el chorizo y el vino también son protagonistas de este puesto en la feria. Después de mucho tiempo, han vuelto a `El Terremoto´ desde el año pasado. “Han tenido mucho éxito en Cuenca. Este año, repetimos”, señala Monterrubio. Traducido a beneficios económicos, él percibe que, después de unos años de crisis, su tómbola está en auge. Taisa Benito trabaja con su familia en un puesto de tiro y de pesca de patos.  Vienen desde hace diez años a la feria de Cuenca. Asegura que ambos stands tienen la misma afluencia de público, pero que varía el perfil. Lo habitual es que los adolescentes y jóvenes acudan al primero y, al segundo, los niños y las niñas. 

Los premios favoritos están marcados por las tendencias de cada año. Sin embargo, hay un elemento que permanece perenne en sus puestos a pesar de los años: los peluches o juguetes de personajes de dibujos animados. Uno de los más recurrentes son los de la saga Pokémon, que se mantienen en los últimos años. A ellos se unen electrodomésticos, mochilas, estuches y llaveros.  El propietario de la tómbola El Terremoto´, la más antigua de la feria, lleva en el negocio de su padre desde que tiene uso de razón. Él no concibe una feria sin este mítico puesto. “Es un referente importante. A una feria sin noria, sin coches de choques o sin tómbola, le falta algo”.