Es noticia en Cuenca: Turismo Pleno Ayuntamiento Cuenca Abril 2024 Cuenca Lee Día Internacional del Trabajo Cuenca Lee 2024 Sector cárnico Familias de acogida

Regresa a la Catedral de Cuenca un Privilegio rodado de Alfonso VIII que data de 1195

El documento fue robado del archivo catedralicio en marzo de 1980 y se ha localizado en un despacho de abogados de Barcelona, que lo tenía a la venta por 25.000 euros
Fotos: Saúl García
19/07/2023 - Rubén M. Checa

La Policía Nacional ha recuperado un Privilegio rodado con sello de plomo del rey Alfonso VIII y que data de 1195, un documento que estaba en depósito en el archivo del cabildo de la Catedral y que en marzo de 1980 desapareció junto a otros 92 documentos más.

Fue después de Semana Santa cuando desde un despacho de abogados de Barcelona se intentó vender este documento a la mujer de un amigo conocido de José Antonio Fernández, deán de la Catedral, por 25.000 euros.

A raíz de este hecho se desarrolló la que se ha conocido como operación ‘AlfonsusRex’, iniciada en la comisaría de la Policía Nacional en Cuenca y en la que han participado la brigada de Patrimonio Histórico de la UDEV central así como el grupo de Patrimonio Histórico de la Jefatura Superior de Cataluña.

Este privilegio rodado es de los documentos más antiguos que de la Diócesis de Cuenca y, aunque había una copia del siglo XVIII, los investigadores y ciudadanos ya van a poder ver el documento original. Como ha explicado el responsable del archivo del cabildo, el rey Alfonso VIII donaba todos los diezmos de la corona al cabildo de las tierras de Huete, Monteagudo de las Salinas y otras zonas cercanas para colaborar en la construcción de la actual Catedral. Está escrito en pergamino, y se conserva de forma excelente a pesar de que tiene manchas de que le haya dado el sol.

El privilegio tiene incluso el sello en plomo original, con la imagen de un caballero a caballo y el castillo del reino, algo que solo tenían en la época o el rey o el Papa. Tras su robo en 1980, el documento estaba incluido en la lista de la Interpol, hecho que dificultaba su venta de manera legal en casas de subasta o antigüedades y por eso la venda del mismo se estaba haciendo al margen de los canales de venta habituales.

LOCALIZADO POR ÚLTIMA VEZ EN BOGOTÁ

El comisario jefe provincial, José Luis Serrano; el jefe de la brigada judicial de Cuenca, Paco Sánchez y el jefe del grupo segundo de la brigada de Patrimonio Histórico de la Comisaria General de la Policía Nacional, Miguel Ángel España, han explicado los pormenores de esta investigación.

Tras la denuncia de marzo de 1980, el entonces jefe de la brigada judicial conquense, el padre del actual responsable, llevó a cabo numerosas diligencias para localizar los más de 90 archivos robados. Se consiguieron recuperar muchos de ellos, pero el rastro de este privilegio se perdió en 1989 en Bogotá (Colombia).

Después de numerosas gestiones en el mundo de la compraventa de antigüedades y obras de arte, y a raiz del aviso del deán de la catedral, los investigadores lograron identificar a las personas que estaban ofreciendo este documento a la venta, llegando a contactar con las presonas que lo tenían en su poder.

Tras llegar a la convicción de que el documento se hallaba custodiado en un bufete de abogados de Barcelona, se solicitó la entrada y registro en dicho despacho. Una vez el juzgado de instrucción 4 de Cuenca lo autorizó, los agentes establecieron un dispositivo conjunto para realizar una entrada y registro en el despacho para recuperar el privilegio rodado.

Por este motivo, ahora hay dos personas a las que se están investigando como presuntos autores de un delito de receptación y conductas afines. Así mismo, se tomó declaración a un catedrático en Historia Medieval de la Universidad de Barcelona, a quien los investigados habían contratado para que emitiera un dictamen sobre su autenticidad.

Según han detallado los agentes, a este catedrático “le temblaron las piernas cuando lo vio por primera vez”, y es que se trata de un documento con un gran valor histórico y con un precio que sería incalculable.

El obispo, José María Yanguas, ha agradecido tanto a la Policía Nacional como a la Fiscalía el rescate de este pedazo de historia en la niñez de la diócesis. Ha puesto en valor “la prudencia y delicadeza” con que los investigadores han trabajado, y ha asegurado que hoy era un día de alegría para el cabildo de la catedral.