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Las caras de la pandemia

“Nos hemos sentido valorados y arropados por los clientes”

Elena Zafra, cajera de Carrefour Cuenca, hace balance positivo en este primer año de pandemia y define el trabajo de los empleados de supermercados como “gratificante”
“Nos hemos sentido valorados y arropados por los clientes”
Foto: Saúl García
15/03/2021 - Paula Montero

En plena crisis del coronavirus, cuando Cuenca estaba sumida en un silencioso y largo letargo, había conquenses que debían desplazarse hasta sus puestos de trabajo para desarrollar servicios esenciales, un término que por aquel entonces no sabíamos muy bien a que ámbitos profesionales abarcaba.

En este abanico entran en juego los empleados de supermercados, personas que enfundadas en mascarillas y guantes atendian con la mejor de sus sonrisas a los clientes, aunque no estuviera a la vista. Ellos fueron testigos en primera persona de las estanterías vacías, largas colas en los accesos y carros repletos de todo tipo de productos, a pesar de que el abastecimiento estaba garantizado.

Unos primeros días en los que reinaba “la incertidumbre”, recuerda Elena Zafra, cajera de Carrefour Cuenca. “En todo momento teníamos las ganas y la energía suficiente para atender a nuestros clientes y que realizaran sus compras con total seguridad”, a pesar del miedo a lo desconocido que casi podía palparse en la calle.

"Hemos aprendido a ser más humanos, más pacientes y a empatizar con la gente"

La falta de productos era lo que más preocupaba a los clientes, primero se agotó el papel higiénico y después artículos de repostería pero “nos encargamos de transmitirles que nuestros proveedores nos garantizaban el suministro y teníamos absoluta disponibilidad de todo”.

En esa vorágine de compras llegó el material de protección. “Desde Carrefour fueron rápidos en dotarnos de geles, guantes, mascarillas, mamparas e instalar la señalización en los pasillos”, algo que ayudó mucho a garantizar la seguridad y el cumplimiento de los aforos dentro del establecimiento. En cuanto a estas medidas, “los conquenses se comportaron muy bien, cumplían con lo que se les decía en todo momento”, señala.

Ahora, en el primer aniversario de la llegada de la Covid-19, Elena Zafra reconoce haberse sentido “arropada” y “reconocida” no solo por los clientes sino por la sociedad en general porque “la gente ha comprendido la importancia de nuestro trabajo en estos doce meses”. Del 2020 hace balance “positivo” por “todas las muestras de cariño recibidas” y reconoce haber aprendido a ser “más humanos, más pacientes y a empatizar con la gente”. Por ello, este 2020 ha sido “gratificante a pesar de todo”.

Elena Zafra es una de las ciento de trabajadoras y trabajadores que se han dejado la piel durante la pandemia dentro del sector de la alimentación, un servicio que para todos es más que esencial.


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