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Semana Santa 2018

(VÍDEO) La lluvia obligó a Camino del Calvario a acortar su recorrido

El cortejo subió entre lloviznas intermitentes hacia la clariná de Palafox, al filo de las 8:30h. arreciaba y se decidía activar el protocolo de lluvia, que privó a Cuenca del miserere y la emotiva llegada a la Plaza Mayor
Fotos: Saúl García
30/03/2018 - Berta López

Tres procesiones, tres apariciones de la lluvia y tres decisiones de tomar el recorrido corto. Así ha sido este Viernes Santo en Cuenca, día triste porque, pese a que salieron sus tres procesiones, las tres se vieron obligadas a activar los protocolos de lluvia y a acortar finalmente sus recorridos.

La primera afectada por las inclemencias meteorológicas fue Camino del Calvario. La primera llovizna sobre la ciudad empezaba a caer alrededor de las 6:30 de la madrugada, con Nuestro Padre Jesús Nazareno (del Salvador) encarando la Plaza de la Hispanidad.

La procesión hacía una salida puntual y fluida a las 5:30 horas. En El Salvador se vivían los primeros momentos de intensa emoción, con las primeras clarinás al Jesús y la Verónica (con largas filas de hermanos este año, siguiendo con la tónica de los últimos), los primeros bailes de San Juan Evangelista (que estrenaba capataz, Rafael Burgos por Pedro Vergaz) y el profundo silencio para la salida del Encuentro de Jesús con su Madre Camino del Calvario (este año, por primera vez, con un arreglo floral perimetral que enmarcaba las andas) y de Nuestra Señora de la Soledad de San Agustín (que llevaba un broche de San Julián en conmemoración del Año Santo).

El primer tramo de la procesión, hasta San Esteban, dejo estampas de gran plasticidad. Especialmente bonita fue la bajada de la Virgen y el Encuentro por Alonso de Ojeda a la Herrería escuchando Alma Nazarena, la marcha que José Luis Torijano ha compuesto y regalado al actual secretario de la Hermandad, Rubén Amigo, así como el propio momento del motete, que finalizaba con la marcha Al Capataz – que incluye las notas del motete en su inicio – en los instrumentos de la Juvenil Filarmónica de Villamayor.

El paso por Carretería fue ágil y rápido, con la turba en su papel y los banceros del Jesús y la Verónica en su sitio, con San Juan bailando un repertorio algo más amplio que en otras ocasiones en la de Horcajo y con la Soledad y el Encuentro desfilando con elegancia y muy juntas las tres hermandades. Pero al filo de las 6:30 y con el Jesús ante su turba en la Hispanidad, la lluvia aparecía.

El cortejo subió entre lloviznas intermitentes hacia la clariná de Palafox (que comenzaba poco antes de las ocho de la mañana), que fue tan vistosa y emocionante como en año anteriores. Sin embargo, al filo de las 8:30 horas la lluvia arreciaba y se decidía activar el protocolo de lluvia para hacer el recorrido corto y dirigir el cortejo por la calle del Peso al Salvador.

El paso de la turba hacia El Salvador fue todo lo fluido que puede ser, teniendo en cuenta la estrechez de la calle y que forma un cuello de botella. El de las Hermandades, fluido, vistoso y bien organizado, con un desfile compacto en todo momento.

Con temperaturas muy bajas y lluvia intermitente llegaba el cortejo al Salvador, para encerrar al filo de las 10 de la mañana después de haber dejado, eso sí, imágenes para el recuerdo entre las que sin embargo no se contarán la llegada a la Plaza Mayor o el canto del miserere en San Felipe, pues ambos puntos forman parte del trozo de recorrido que la procesión no hizo.