Desprende energía en cada palabra. Jimena Villegas Carreras (Argentina, 1977), profesora de viola en el conservatorio Pedro Aranaz de Cuenca y directora de la orquesta sinfónica Tocar&Jugar, será una de las cinco galardonadas -una por provincia- por el Gobierno regional de cara al 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, por su labor en defensa de la igualdad.
Aunque esta entusiasta de la música asegura que nunca ha sentido especiales dificultades en su carrera por su condición femenina, reconoce que, si se para a reflexionar, debe matizar esta afirmación: “He conseguido hacer casi todo lo que he querido pero he necesitado la ayuda y el apoyo de mucha gente. Llevar la maternidad y el trabajo no es fácil”.
Junto a Jimena Villegas, también serán homenajeadas Mónica García del Pino (por la provincia de Toledo), Inmaculada Haro (Guadalajara), Cortes Muñoz (Albacete) y Bienvenida Pérez (Ciudad Real). Las cinco mujeres serán reconocidas durante el acto institucional del Ejecutivo autonómico para conmemorar el 8 de marzo, que se celebrará este sábado 7 en la capital ciudadrealeña.
Villegas inició su formación musical en el sistema de orquestas de Venezuela, país en el que vivió desde los dos hasta los 18 años. Después estudió en Madrid en la Escuela Superior de Música Reina Sofía. “Yo estaba becada. Es un centro de élite”, explica.
Una visita a Cuenca para participar en un concierto en la Semana de Música Religiosa acabaría después ligándola personalmente a la capital, donde conoció al que acabaría siendo el padre de sus tres hijos, que tienen ahora 16, 14 y 10 años.
En 2004 aprobó la plaza de profesora de Viola en el conservatorio Tomás de Torrejón y Velasco de Albacete, haciendo malabares para poder realizar las duras y largas pruebas del examen al tiempo que daba el pecho a su hija, que tenía seis meses, por lo que agradece el apoyo que tuvo de su entonces pareja.
"He conseguido hacer casi todo lo que he querido pero he necesitado la ayuda de mucha gente. Llevar la maternidad y el trabajo no es fácil"
En 2010 logró una permuta y pudo venirse al conservatorio de Cuenca, ciudad en la que también comenzó en 2014 el proyecto por el que será reconocida en el 8M: la orquesta sinfónica Tocar&Jugar, que está integrada por personas de todas las edades -muchos de ellos niños- y con diferentes conocimientos musicales, y trabaja con metodología participativa copiando el modelo del sistema venezolano de orquestas.
“Después de ilusionarnos y desilusionarnos nació este proyecto con un grupo de amigos”, cuenta acerca de esta iniciativa, que es la cantera de nuevos músicos de la Joven Orquesta de Cuenca (JOC). Actualmente se reúnen las tardes de los sábados en el colegio Isaac Albéniz, aunque han pasado antes por diferentes espacios. Para formar parte no son necesarios conocimientos musicales previos. “Vienen familias completas. Algunos niños tocaban ya antes pero otros no. Y los adultos, ninguno”, detalla. Ahora son unas treinta personas aunque en los conciertos se pueden juntar hasta unos cincuenta.
El proyecto ha ido creciendo y desde el curso pasado también ofertan en el colegio Isaac Albéniz una actividad dirigida a los niños a los que les guste la música y en la que se puede comenzar desde cero. “Ha funcionado muy bien. La idea es extenderlo a otros centros”, recalca.
Desde Tocar&Jugar se propone que, tras pasar por esta actividad, se participe en la orquesta sinfónica con el reto de ir mejorando hasta alcanzar el nivel necesario para entrar en la Joven Orquesta de Cuenca (JOC). De hecho, hay unas veinte personas en esta entidad que proceden del proyecto dirigido por Jimena Villegas.
LA IMPORTANCIA DE LA MÚSICA
La intención es que los participantes puedan ir accediendo después progresivamente a la Joven Orquesta de Castilla-La Mancha y a la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE), con el objetivo final de llegar a la europea Mahler Orchestra, explica la directora de Tocar&Jugar.
La profesional recuerda que en otros países todo el mundo toca algún instrumento y destaca la importancia de la música haciendo hincapié en que hay estudios que evidencian que su práctica produce interesantes cambios en el cerebro. “El oficio es duro, muy sacrificado, pero compensa a la larga”, asegura.
Villegas ha logrado contagiar su pasión por la música a sus hijos, que también participan en los conciertos de Tocar&Jugar. Y es que lo han mamado desde la misma cuna: el porteo de sus bebés le permitía seguir ensayando con la viola con ellos encima. “Esto es un deporte de élite y se nota el no tocar; vas perdiendo la forma física”, reconoce.
“Nunca me he sentido con dificultades pero porque soy una persona luchadora”, subraya, aunque reconoce que compaginar el trabajo con ser madre “no es fácil”. “Y yo quise llevar una maternidad muy comprometida”, recalca, recordando que pidió un plan de partos en el hospital y formó parte de un grupo de lactancia y de otro de crianza, Urdimbre. “Hablábamos de las dificultades que encuentra una mujer para trabajar y criar, de cómo se vuelve al espacio laboral”, indica.
“He parido en casa también. He sido muy revolucionaria en eso. Y luego he hecho otro parto natural en el hospital. Sí se puede dar a luz de manera más respetuosa con la madre, con el hijo, con el padre. Hemos luchado mucho por eso en este grupo. Ahora cada una está en un sitio pero esa energía sigue. La mía la he puesto en este proyecto musical. El premio lo dan por esta actividad altruista, social y que integra a mucha gente”, cuenta.
Por eso dice que es un “honor” ser una de las galardonadas en el 8-M: “Pero yo lo recibo en nombre de todas las mujeres. Es importante que todas nos sintamos ganadoras por la pequeña lucha que hacemos en el día a día”.
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Día Internacional de la Mujer
