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Sucesos

Dos años sin Laura del Hoyo y Marina Okarynska

Dos años sin Laura del Hoyo y Marina Okarynska
06/08/2017 - M. Jiménez

El próximo 22 de octubre  Laura del Hoyo Chamón habría cumplido 28 años. Un día después, el 23 de octubre, arranca en la Audiencia Provincial de Cuenca el juicio contra Sergio Morate Garcés, acusado  de su asesinato y el de su amiga y expareja de este, Marina Okarynska, el 6 de agosto de 2015, por lo que este domingo se cumple el segundo aniversario sin ellas.

 

Son días “muy duros para la familia”, afirma la madre de Laura, quien recuerda que ahora “toca vivir otra vez” aquel episodio “dramático y horrible”. 

 

A su juicio “no hay palabras ni consuelo” para explicar lo que están viviendo y lo que les “queda por vivir”, un dolor “inmenso que tendremos siempre”, apostilla. 

 

“Es muy duro, muy triste y muy desolador y está en nuestro pensamiento a todas horas”, afirma, agregando que es “un dolor constante por algo que no podemos entender, asimilar ni comprender”.

 

Como madre, lo lleva “cada día peor, porque, por más horas que tenga el día, más horas estamos con lo mismo”. 

 

En su recuerdo siempre está presente la tarde de ese 6 de agosto de 2015, en que Laura se marchó de casa “con esa alegría, con esa ilusión, con esa sonrisa”. “Sigo esperándola”, admite, asegurando que siempre quiere “pensar que no está donde está ni que está muerta”, sin lograr explicarse “que un asesino criminal como Sergio Morate tuviese el valor, la crueldad y la sangre fría de hacer lo que hizo”.

 

Chamón insiste en que “Marina no se lo merecía”, pero su hija “mucho menos, simplemente la acompañó porque era muy bondadosa y para quien la llamaba, siempre estaba ahí y así lo demostró” cuando Marina le pidió que la acompañase esa tarde “porque sabía que no le iba a fallar”, porque “amigas de fiesta hay muchas, pero de verdad, pocas”. Entre esas amigas de verdad ella también cuenta a aquellas que han seguido al lado de la familia tras el asesinato de Laura, a las que considera un “reflejo” de su hija. 

 

Tras asumir que no van a superar “jamás” esta pérdida, pide que el responsable de estas muertes “sea tratado con la misma crueldad y sangre fría con que él trató a Laura y Marina”, por lo que, según ella, “no merece vivir”. 

 

JUSTICIA

Desde la muerte de su hija, María Chamón ha exigido siempre una justicia “rápida, eficaz y contundente” y asevera que, aunque le parecía que el juicio “no iba a llegar nunca, ahora cada día que pasa se hace interminable”. 

 

Dice que hace un tiempo le comentó a sus hijas que el inicio del juicio iba a coincidir con la fecha del cumpleaños de Laura “y así ha sido”, explica. “Aún siendo una fecha triste y dura, queremos que sea lo antes posible”, agrega, calificando de “vergüenza” que el proceso se haya dilatado tanto tiempo, “porque las pruebas están claras y esa tarde lo tenía todo muy premeditado”.

 

 Dos años después de perder a su hija pequeña solo espera “justicia” y que los miembros del jurado popular que enjuiciará a Morate “se pongan en la piel de las familias y, si tienen hijos, que lo piensen por un momento”. 

 

De los jueces, que sean conscientes de “cómo tienen que actuar y trabajar con esta gentuza” para que este tipo de sucesos “se acaben ya de una vez”. 

 

Tiene claro que, “sabía muy bien lo que hacía” y lamenta que no se conformase con matarlas “sino que las llevó donde las llevó y esperó a la noche para que nadie le viese buscarse su coartada”, por lo que, para ella, la “mejor justicia habría sido llevarlo a Palomera y haberlo metido allí con cal viva hirviendo por la boca” o verle “en una silla eléctrica carbonizado y, si no, llevarlo al crematorio del cementerio para que ardiera vivo”. 

 

Si lo tuviera delante, le preguntaría por qué mató a Laura, “para que explicara qué motivos tenía”. “A mi Dios me trajo a este mundo  para hacer mucho bien y cumplir los diez mandamientos, cosa que él ha incumplido”, por lo que, “simplemente le diría que por qué no mató a su madre si tenía ganas de matar”, asegurando que a su familia les ha “arruinado la vida”.

 

María asegura que vive por Laura,  a la que a veces “oye” diciéndole “mamá, lucha para que este asesino criminal cumpla la pena máxima porque fue muy malo con nosotras y no merece vivir”. 

 

A este respecto, se pregunta si Sergio Morate Garcés y su familia “dormirán tranquilos”, porque él está vivo “y lo pueden ver, yo a mi hija, ni la veo ni la tengo”, concluye.

 

La madre de Laura del Hoyo Chamón pide que el presunto autor del doble asesinato “sufra cada segundo de su vida y que vaya a la peor cárcel y lo traten con la misma dureza, crueldad y maldad con  que él mató a mi hija y a Marina”.

 

Aunque desconoce exactamente cómo sucedieron los hechos, continúa pensando que Sergio Morate “fue muy valiente”, por lo que le exige la misma valentía para confesar “cómo las mató y por qué lo hizo y si tuvo cómplices”. 

 

A su entender, tanto la familia como el resto de conquenses merecen saber la verdad y que casos como este no se repitan, por lo que exige que Morate no tenga “tantos privilegios”, y que estos sean para Laura y Marina, “que se merecen un respeto, y las familias más”, porque, espeta, sus familiares están “todos rotos de dolor desde aquel fatídico 6 de agosto de 2015”. 

 

UN SUEÑO TRUNCADO

María Chamón recuerda a su hija como una joven “llena de alegría, bondad y humanidad”. Su sueño era ser peluquera y cuando, el 2 de agosto de 2015, llegó de Chirivella, donde residía, “visitó una academia, porque estaba muy ilusionada en hacer estética y peluquería”, tal y como expresó a través de su último mensaje en Facebook, horas antes de ser asesinada. 

 

“Eso era lo que quería y decía que cuando se casara su hermana Sonia, en julio del año que viene, ella le iba a hacer el recogido, la iba a peinar y le iba a cantar”, rememora, lamentando que su asesino le haya arrebatado “todos sus sueños e ilusiones “. 

 

“Laura era la luz que me iluminaba”, confirma su madre, para quien ya “no hay ni un día bueno”, ya que en el funeral de su hija su vida, ilusión y proyectos “se quedaron allí con ella”. 

 

Para María Chamón “es difícil  leventarse sin ella, no verla, no oírla”, aunque en ocasiones le vienen a la memoria sus últimos momentos en casa.

 

Desde entonces vive en una “pesadilla” a la espera de otro “sufrimiento incluso peor”, en referencia al juicio, en el que tendrá que enfrentarse al presunto asesino de su hija. 

 

“No sé cómo reaccionaré ante algo tan duro y tan horrible” a lo que se enfrentará gracias al apoyo que recibe de una psicóloga y una psiquiatra. 

 

Desde que conoció la fecha del juicio está “cada día más nerviosa y peor”. “Voy contando día tras día de espera, que vivo con incertidumbre”, apunta. 

 

“Queremos que el caso esté en manos de la justicia y que sean jueces y abogados los que hagan su trabajo, justa y dignamente”, afirma María Chamón. 

 

En relación a la pena solicitada para el acusado por parte de la Fiscalía, para ella y su familia “cualquier cantidad de años que le pongan se nos van a hacer pocos y nunca serán suficientes” porque la justicia en España “es demasiado blanda”. 

 

Una vez pase el juicio, dice, “seguiremos nuestra vida con dolor y desolación, pero  ya no querremos saber nada más de esta pesadilla”. “Solo queremos que  Laura y Marina sean recordadas siempre y mucho más cada 6 de agosto”.