Cuenca agota pisos disponibles para estudiantes universitarios
Un año más, septiembre ha venido cargado de estudiantes universitarios que llegan a Cuenca para comenzar un nuevo curso académico, un revulsivo económico para la ciudad que configura el comienzo de una temporada alta de trabajo para las inmobiliarias conquenses.
Aunque, el coronavirus, como a todo, ha afectado a este sector que trabaja entre subidas y bajadas de precio y nuevas ‘cláusulas Covid’, una disposición que prevé cómo adaptar el contrato ante un posible nuevo confinamiento y la sucesiva cancelación de las clases. Y es que los estudiantes quieren que se les permita abandonar el piso sin necesidad de continuar con el pago del alquiler, por lo que hay que conciliar intereses contrapuestos entre arrendadores y arrendatarios.
Aún así, los meses de verano el teléfono no ha parado de sonar y las inmobiliarias confirman que, este año, Cuenca bate récord en cuanto a alquileres universitarios puesto que, como indica Begoña Belmar, gerente de Inmobiliaria Dúplex, “no quedan pisos vacíos y con suerte, después de mucho buscar, se puede encontrar alguna habitación libre en una vivienda compartida”.
Aumento que se debe, en parte, a la disminución de plazas disponibles en las residencias universitarias de la capital, ya que para garantizar la seguridad en estos centros se ha apostado por no completar todas las habitaciones.
Por ello, a la búsqueda de vivienda para el curso 2020/21 “se han sumado los estudiantes de primer año que necesitan un lugar donde pasar los próximos nueve meses, en parte porque no les han dado plaza en residencias”, destaca María José Gómez, comercial en Inmobiliaria Huécar.
Esta evolución en cuanto a la demanda no ha conllevado un aumento de los precios pero sí que los estudiantes priorizan que la vivienda tenga calefacción central y una pequeña terraza por si tuvieran que estar en cuarentena, un pequeño rincón para respirar al aire libre. A lo que se suma la petición de que la vivienda se encuentre en la zona centro de la capital o en algunos casos próxima al Campus Universitario.
Desde Gómez Utiel Servicios Inmobiliarios durante el mes de septiembre han notado una avalancha de estudiantes impacientes y preocupados por hallar compañeros y un piso de su agrado. En parte, creen que se debe a que “muchos clientes han decidido no poner en alquiler su piso por miedo a la incertidumbre generada por el Covid” explica Juan Pedro Gómez. Aunque, confirman que la demanda ha crecido alrededor de un 50 por ciento respecto al año anterior. Si bien es cierto que los jóvenes y sus familias han prestado especial atención a la limpieza y a la ‘Cláusula Covid”, que en su caso han llegado a un acuerdo entre caseros y alquilados para rebajar el importe a la mitad si se produjese un nuevo confinamiento.
Con todo, un futuro esperanzador para los negocios implicados ya que las inmobiliarias no podrían manterse sin los estudiantes porque solo les quedaría la venta. “Esta época es un boom” recalca Belmar.
El impacto y los efectos de la pandemia también han sido visibles respecto a la renovación inmediata de contratos de arrendamiento que comenzaron el año anterior, ya que al notar el incremento de la demanda muchos universitarios han optado por no cambiar de vivienda.
Con el descenso de plazas ofertadas en las residencias universitarias, las inmobiliarias han experimentado un incremento en cuanto a la demanda de alquiler de viviendas.
Tal ha sido la incidencia que en Dúplex han llegado a arrendar alrededor de treinta pisos de entre tres y cuatro habitaciones y durante esta semana todavía siguen recibiendo peticiones que se encuentran a la espera de encontrar algún hueco libre. A lo que se suman los apartamentos individuales y de dos habitaciones que son los menos habituales y los que se agotan rapidamente en la ciudad.
Por su parte, desde Huécar indican que los alquileres para estudiantes universitarios han alcanzado las 50 viviendas y por ende, los propietarios se han mostrado comprometidos con ofrecer la máxima limpieza, seguridad y desinfección a los inquilinos que ocuparán su casa durante los próximos meses.
En este sentido, desde Gómez Utiel ofrecen a los interesados viviendas completas, es decir el propio jóven se encarga de buscar a sus futuros compañeros. una forma de garantizar la buena convivencia durante el resto del año.
Además, notifican una subida que califican de avalancha en cuanto a la demanda desde finales de agosto y durante todo el mes de septiembre, semanas antes de que se iniciase el curso.
Una muestra clara de que ante la incertidumbre que ha rodeado el inicio de las clases durante todo el verano, ya que en un primer momento se barajaba la semipresencialidad, los universitarios han apurado los últimos días hasta ponerse manos a la obra en la búsqueda de piso por miedo a que las clases pudieran seguirse desde casa con tan solo un ordenador.
La Covid-19 también deja huella en las inmobiliarias, aunque esta vez de forma positiva.
