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Educación

La Asociación Ars Nova: una alternativa a la educación tradicional en Cuenca

Este colectivo pretende homologar un nuevo colegio en el que las bases sean arte, deporte y naturaleza y los niños aprendan a través de experiencias
Fotos: Saúl García
12/06/2021 - Paula Montero

Mientras que los alumnos de siete a diez años aprenden sobre las matemáticas, el lenguaje o la historia de Mesopotamia, los niños con edades comprendidas entre tres y cinco años están en el gimnasio de Planeta Movimiento haciendo ejercicio. Después intercambian los papeles, los mayores pasan a disfrutar del deporte y los más pequeños regresan al centro para repasar el abecedario y aprender a leer y escribir. 

Esta es la actividad diaria que desarrollan en la sede de la Asociación ‘Ars Nova’ de Cuenca, instalaciones que no son otras que las de la Escuela de Música que lleva el mismo nombre. Un centro singular en el que ofrecen a los niños y niñas de entre tres y doce años una educación infantil y primaria alternativa a la que normalmente se propone en los colegios al uso.

Esta, todavía, asociación aspira a convertirse en un colegio homologado y para ello han redactado un proyecto educativo basado en tres pilares: arte, naturaleza y deporte, aunque la música y la formación en inglés también son fundamentales para sus precursores Noelia Contrisciani y Juan Valero. 

Y, aunque todavía no cuentan con el respaldo de la Consejería de Educación decidieron arrancar en septiembre y durante este curso escolar dan clase a 18 pequeños conquenses.

Además, en este centro, la mirada está puesta en el crecimiento de los niños y niñas por lo que la colaboración con las familias es fundamental. “Estamos dando forma a un concepto diferente en el que todos nos hemos involucrado, tanto padres como profesores”, dicen Contrisciani y Valero, directora y subdirector del centro respectivamente. 

En definitiva, la enseñanza en Ars Nova es distinta por varios motivos, en especial porque dan los mismos contenidos que un colegio tradicional pero siguiendo otro formato ya que relacionan todas las materias entre sí por lo que no hay una asignatura específica para Lengua y Literatura y otra para Matemáticas. 

En cuanto a la pedagogía, Ars Nova también sobresale porque los pequeños aprenden por proyectos y a través de experiencias vivenciales, no hay libros de texto y junto a sus profesores elaboran materiales propios. “Así, al escribir en sus cuadernos fijan conocimientos”. En esta línea, las actividades no se reducen a copiar en las libretas sino que primordialmente llevan a cabo tareas prácticas como la puesta en marcha de un huerto  y una biblioteca propia en la que los niños hacen las funciones de bibliotecarios. Para esta última cuentan con carnés evolutivos en los que empiezan siendo un gusano lector y conforme van leyendo libros cambian de documento hasta convertirse en mariposas o pájaros. “Es una forma de motivarlos y de fomentar la lectura”, explican.

Por otro lado, han trasformado los pasillos del centro en una caverna plagada de pinturas rupestres. Con este proyecto han aprendido Historia, Ciencias Naturales y Geología puesto que han sido los propios alumnos los que han salido al campo a buscar  los pigmentos naturales para dibujar en las paredes.

La Asociación Ars Nova: una alternativa a la educación tradicional en Cuenca

Desde otra perspectiva, solo con recorrer las instalaciones se ve claramente que en este centro los estudiantes no se dividen según su año de nacimiento sino que hay dos clases en las que se agrupan varias edades. En este momento cuentan con un grupo de tres  a cinco años y otro de siete a diez. “Así los mayores enseñan y ayudan a los pequeños, aunque en ocasiones ocurre lo contrario”, dicen. Una división que permite a cada niño ser diferente y aprender  a su ritmo porque “agruparlos por edad es como elegirlos por el color del pelo”, explican los profesores. 

Además, los grupos son muy reducidos pues están formados por  como máximo entre ocho y diez alumnos por clase para favorecer la atención personalizada. 

Y no se quedan aquí, en Ars Nova también inculcan valores, por este motivo cuentan con una psicóloga que colabora con la Asociación y “hace talleres emocionales para que los niños y niñas aprendan a gestionar sus rabietas y enfados, porque los conflictos entre ellos los consideramos como algo positivo ya que siempre habrá un aprendizaje después”, señalan. 

Por último, Noelia Contrisciani y Juan Valero junto a todos los profesores, madres y padres creen que la educación debe evolucionar con la sociedad y por ello “queremos  aportar nuestro granito de arena a que eso suceda”, apostillan. Así, otro de los grandes cambios incorporados respecto a los colegios tradicionales es la presencia de la música en las aulas todos los días porque “siempre se ha dicho que, por ejemplo, las tablas de multiplicar se aprenden mejor cantando y también hace que los niños se respeten, se escuchen y conseguimos dinamizar muchísimo el aula”, aseguran. Una práctica pedagógica inspirada en el musicólogo y compositor húngaro Zoltán Kodály.

Esta es la historia de Ars Nova, una Asociación y Escuela de Música que espera, no dentro de mucho, poder ser un colegio.

NUEVOS HORIZONTES

En la actualidad están buscando unas instalaciones aptas para albergar el nuevo colegio ya que la Consejería de Educación exige un patio exterior de 900 metros cuadrados y un número de aulas determinadas, para su homologación, “pero es complicado encontrar una edificación así”, aseguran. Sin embargo no pierden la ilusión ya que en este curso 2020/2021 han visto que son capaces de sacarlo adelante porque “hay padres y madres que demandan desde hace tiempo un cambio en la educación de sus hijos e hijas”, explican. Así, en este primer curso han contado con 18 alumnos y no pueden albergar muchos más pero esperan que el Colegio Ars Nova sea una realidad pronto, mientras tanto seguirán tal y como hasta ahora. 

Colaboración con Planeta Movimiento, Aldeas Infantiles y Aspadec

El proyecto educativo de Ars Nova también pretende sumar fuerzas con otras entidades locales, museos y empresas, siempre en favor de la educación de los más pequeños. 

Por ello, han llevado a cabo alianzas con, por ejemplo, la Asociación de Padres y Amigos de Personas con Discapacidad de Cuenca (ASPADEC) para fomentar la integración social y el respeto de los más pequeños hacia personas con discapacidad.

Al no contar con un gimnasio o un patio exterior donde hacer deporte cooperan con Planeta Movimiento, quien enseña a los niños y niñas la importancia de hacer deporte no para competir, sino por y para beneficiar su salud. Así, de lunes a jueves regentan sus instalaciones que se encuentran a escasos metros de la Asociación Ars Nova. 

Además, en otras ocasiones también han estrechado lazos con Aldeas Infantiles y planificado actividades con ellos. 

Por último, mencionar también su colaboración con el Museo de Ciencias y, en especial, con su astrónomo.  Y es que, para los precursores de esta Asociación y futuro colegio Ars Nova lo más importante es tender puentes con la ciudad y la provincia para que los alumnos aprendan desde la experiencia.