Lo que veo y oigo
Por razones personales y prescripción médica me he/han marcado la obligación de andar sin determinar ritmo ni ruta, de modo que aprovecho cualquier itinerario urbano y cumplo con las recomendaciones para beneficio de mi salud. Esto me permite observar las cosas que en la ciudad son manifiestamente mejorables, dicho de otra forma y sin ánimo de ofender lo que el Ayuntamiento debería reparar y no hace, quiero pensar que pueda ser por desconocimiento y no por desidia. Así que voy a recomendar al Sr. alcalde y a sus concejales que paseen, pateen y recorran la ciudad y puedan observar lo que muchos vecinos sufren a diario.
Recorriendo la calle Paseo San Antonio, desde su inicio en el paso a nivel incluido el propio paso ferroviario, encuentro numerosos desperfectos. Siendo competencia de ADIF la subsanación de las deficiencias que presenta el mismo, sí es obligación municipal exigir la reparación del mal estado en el que se encuentra esta vía, produciendo unos saltos entre vías que es mucho más evidente cuando se transita en algún vehículo ya sea moto, bici o coche.
Continuando el trayecto hasta las proximidades del cruce con Reyes Católicos podemos observar y padecer el mal estado en el que se encuentran los registros de alcantarillado a lo largo de toda la calle. Ni uno solo tiene un asentamiento correcto, lo que produce ruido y quién sabe si también es peligroso para ciertos vehículos. Además, no es nada que se haya producido de la noche a la mañana, al contrario, son muchos meses los que llevan en esta situación. Quiero entender que su reparación no es muy costosa ni es una obra complicada de ejecutar, por tanto esto entra en el descuido municipal y desinterés por las pequeñas pero importantes cosas. Conclusión, tirón de orejas y dos puntos negativos para el alcalde.
En otro punto de la ciudad se produce un hecho más grave. Hablamos del Paseo del Júcar, un bonito paraje que discurre en la margen izquierda del rio Júcar desde su inicio bajo el puente de La Trinidad y dirección río arriba, pero que en mitad del camino se encuentra el punto más repugnante de lo que pudiéramos ver en la ciudad. Coincidiendo con la parte trasera de las viviendas que se sitúan en la calle San Juan existe una zona en la que se han roto las bajantes de las casas dejando al aire unas chorreras de excrementos de color negruzco y olor nauseabundo que se depositan en el propio paseo produciendo un efecto verdaderamente asqueroso. Son muchos los autóctonos y foráneos que por ese paseo transitan y que tenemos/tienen una opinión muy negativa de quien sea responsable de tan indignante visión. El Ayuntamiento debería actuar ante tan lamentable estado del paraje con un expediente de disciplina urbanística que obligue a los responsables a una inmediata reparación o a hacerlo subsidiariamente. ¿Sabe el alcalde cuántos meses lleva este foco de mierda así? Pues seguramente NO, pero le puedo decir que desde el mes de enero he venido observando tan desagradable ejemplo de desinterés por las cosas de la ciudad.
Alcalde, otro tirón de orejas y tres puntos menos. A este paso llegará a las próximas elecciones sin puntos de credibilidad y suspenderá, no pudiéndose presentar a la convocatoria de recuperación. Bueno, tal vez para usted ya es definitivamente tarde.
Sr. Mariscal, si usted o alguno de sus concejales, asesores o colaboradores leen este escrito no se molesten en bloquearme, no tengo Twitter ni Facebook.
PD: En el Centro Social de Buenavista lleva roto un cristal desde hace más de un año, suponemos que con la aprobación de los nuevos presupuestos ya no es excusa la falta de dinero para su reparación.
