Bomberos

En el ecuador de la legislatura, el presidente de la Diputación, Benjamín Prieto, que lleva seis años en el cargo, realizaba la pasada semana un balance positivo de su gestión, haciendo hincapié en la “consolidación económica”, pues según sus datos la administración provincial ha reducido su deuda en este tiempo en casi 33 millones de euros.

Sucedió, sin embargo, que los medios de comunicación pusieron el foco de la noticia no tanto en lo realizado en estos años como en lo no llevado a cabo, en concreto en la falta de un acuerdo entre Diputación y el Ayuntamiento de la capital para renovar el convenio experiado hace justo seis años que permitía que bomberos del parque de la capital se encargaran de cubrir las localidades de la provincia más próximas, de la Serranía y parte de la Alcarria, complementando el servicio que la Diputación presta desde sus paques de Motilla del Palancar y Tarancón.

En ese momento, el presidente de la Diputación seguía dejando las puertas abiertas a todo: tanto a firmar un convenio con el Ayuntamiento, para lo que apuntaba que iba a “agotar hasta la última posibilidad”, como a crear un retén propio en la capital.

Pero, probablemente movido por las críticas que esa misma mañana habían lanzado contra su gestión el concejal de Bomberos en el Ayuntamiento, Carlos Navarros, que llegó a acusar a Prieto de “pasividad” y de “parasitismo”, la Diputación sorprendió enviando por la tarde una nota de prensa en la que, ahora sí, aseguraba haber tomado una decisión: crear un retén en un polígono de la capital.

Se trata, aseguraba, de una decisión tomada tras una estudio “exhaustivo” y de analizar “todas y cada una de las posibles soluciones planteadas”. Y la defendía como la opción “más realista”, aunque parece de cajón que el gasto que le va a suponer a la Diputación contratar a cinco bomberos (número no sabemos si suficiente, ¿cómo se van a repartir las libranzas?) va a ser muy superior a los 260.000 euros que el Ayuntamiento le pedía por garantizarle un retén con seis profesionales durante todo el año, bomberos que en este caso se entiende que irían rotando gracias a la amplia plantilla del parque municipal.

Porque, además de las nuevas contrataciones, Diputación deberá realizar un gasto en la adquisición de material (camiones, mangueras, trajes, etcétera) y rehabilitar el inmueble del parque móvil que la Diputación posee en el polígono de la antigua carretera de Madrid.

Las críticas a esta decisión “unilateral” de Prieto no han tardado así en aflorar. Primero por parte del PSOE, que la considera “una ocurrencia fruto de la ofensa lanzada por sus compañeros del PP en el Ayuntamiento de Cuenca” y advierte de que “no es la solución al problema”, pues este partido es partidario de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento para que sus bomberos cubrieran los pueblos más cercanos a la capital y en paralelo a ello se construyera un nuevo parque pero en la Serranía. Y después por parte de los propios profesionales, pues CCOO pone en duda de que esta decisión, “un parche que no soluciona el verdadero problema”, sea fruto de un estudio exhaustivo.

Pese a todo, por el bien de casi un tercio de las poblaciones de la provincia, habrá que confiar en que este retén anunciado, de ponerse finalmente en marcha, sea la solución a los insuficientes tiempos de respuesta que en la actualidad pueden ofrecer los parques de Tarancón y Motilla a determinadas localidades de la provincia. Porque está en juego nada menos que la vida de personas.

Eso sí, después habrá que ver el gasto que eso supone para la Diputación y las “duplicidades” que genera. Porque, honestamente, creemos que no se entiende que habiendo ya un parque de bomberos en la capital sea necesario construir otro solo porque los representantes políticos de Diputación y Ayuntamiento sean incapaces de llegar a un acuerdo. Y siendo, además, no lo olvidemos, del mismo partido.