DIPUTACIÓN FERIA DEL LIBRO
Es noticia en Cultura: Cine Libros Festival de Novela Negra Casas Ahorcadas Estival Fundación Antonio Pérez fap

Herminio Carrillo: "San Mateo son unas fiestas muy hospitalarias"

"El primer día creo que tomaremos patatas con costilla, el segundo judías con almejas, el tercero paella y el cuarto, que yo no tengo que ir a trabajar, gachas"
Herminio Carrillo: "San Mateo son unas fiestas muy hospitalarias"
18/09/2013 - G. D.

Herminio Carrillo (Villares del Saz, 1957) no solo vive con alegría las fiestas de San Mateo, sino que contribuye a alegrárselas a los demás animando el entorno de la Plaza Mayor con la música del grupo Tiruraina, del que es fundador, y con el que también participará en la recreación de la conquista de Cuenca por el rey Alfonso VIII que tendrá lugar el sábado 14. Actividad no le falta, por tanto, a este maestro de Música de profesión que ha sido elegido para pregonar San Mateo, el 18 de septiembre a partir de las 17.00 horas desde el balcón del Ayuntamiento. No solo promete no aburrir, sino animar al público a cantar y a bailar.


¿Qué supone ser elegido pregonero?

Para mí es un orgullo y un honor. Cuando la concejal de Festejos me citó hace ya unos días para poder entrevistarnos con el alcalde, porque me tenían que decir algo, me pregunté: ¿qué será? Suponía que algo de fiestas, por aquello de mi dedicación a la dulzaina y de estar siempre en ambientes festivos, pero no tenía ni idea de que me iban a encargar el pregón de San Mateo. La primera sensación fue de halago: te hace ilusión que hayan pensado en ti para cubrir ese acto que significa el inicio de unas fiestas tan populares en Cuenca. Entonces, dentro de esa alegría y de esa ilusión, me planteé intentar cumplir con el cometido lo mejor que sepa y pueda.


¿Por dónde va a ir su pregón?

Siendo mi principal dedicación la música, evidentemente tendrá un componente musical. Puedo anticipar que será en verso y que hay algunos momentos en los que hay música que será interpretada por mis compañeros de Tiruraina y cantada por mí. Y espero tener suficiente poder de convicción como para conseguir que la gente que haya en la Plaza, de las peñas y espontáneos, nos acompañen y ayuden a cantar una jotilla de San Mateo porque el estribillo es muy fácil y se tarda tres segundos en aprender. Intentaré sobre todo transmitir alegría, buen humor y ánimo festivo a raudales. Y, después, a correr la vaca.


Se va a centrar entonces en San Mateo…

Sí, es el anuncio de una fiesta que va a empezar, o que está empezando, y una parte será esa jotilla donde se refiere qué es y en qué consiste San Mateo.


¿Qué es para ti San Mateo?

Desde que vivo en Cuenca -porque yo no he vivido siempre aquí, no por falta de ganas, sino por circunstancias profesionales, pero llevo casi veinte años- he vivido San Mateo con toda la intensidad que he podido: he subido con la dulzaina y con mi hijo, con el tambor, y hemos estado siempre metidos en el meollo de la fiesta, haciendo que la gente se lo pase bien cantando, llevando la alegría a los corros o a la puerta de un bar, bajo los arcos, con la vaquilla corriendo siempre en dirección contraria adonde nosotros estamos, por aquello de la seguridad… 


No corre la vaca pero está cerca de ella..

Sí, todo lo cerca que, si estás en los Arcos, la vaca pasa por tu lado si sube o baja… Pero tenemos mucho cuidado para evitar un encontronazo…


Hay que correr ese riesgo para animar a la gente…

Sí, pero también porque ese pequeño riesgo que se pueda correr es siempre un aliciente y da un poquito de, no sé… Hace soltar un poco de adrenalina y eso siempre es interesante.


¿San Mateo son las fiestas más populares de Cuenca?

Evidentemente, son unas fiestas tremendamente populares, y que la gente se organice en peñas es una garantía de participación. Aunque luego también hay mucha gente que merece el mismo respeto que los peñistas, o incluso más, que es esa que va por libre, que no está constituida oficialmente como grupo que se atenga a una subvención o a una uniformidad, sino que forma grupos espontáneos de amigos; grupos además que llevan toda la vida, desde antes incluso de crearse las peñas, de gente que en estos días se junta en torno a una merienda que llevan ellos, una bota de vino, un refresco que compran en la tienda de la calle Alfonso VIII…  Ese tipo de participación es el que siempre ha habido y esa amalgama de elementos le dan un carácter popular a esta fiesta.


En su caso, ¿es de alguna peña?

No, soy de esos grupos digamos espontáneos. Mis amigos y yo, salvo un par de compañeros del grupo Tiruraina, no pertenecemos a una peña, sino que estamos en un local que tenemos en la zona de San Miguel, donde nos juntamos no solo ahora en fiestas, sino a lo largo del año, donde pasamos nuestros buenos ratos, hacemos nuestras cenas, ‘festivales’ gastronómicos y del humor para pasarlo bien. Pero tenemos muchos amigos en un montón de peñas y las visitamos en su sitio asignado: estamos un rato con ellos, cantamos un par de canciones, nos invitan a un refresco y después vamos a ver a otra gente. No digo que en todas las peñas, pero en casi todas tenemos amigos.


El ambiente es bueno…

Sí, aunque hay una cosa que me da mucho miedo, y es una cuestión que en Cuenca tenemos por costumbre pero es peligrosa, y es lo de beber sin control. Es un asunto que habría que cuidar pero, claro, eso debe ser cada uno el que se cuide a sí mismo y sepa dosificar y administrarse, porque si no se pueden producir episodios lamentables. Esto puede atentar contra la salud y contra la propia convivencia entre las personas, con lo cual es el detalle para mí más delicado y peligroso.


En el caso de su local, ¿qué es lo que nunca falta?

Lo que tenemos siempre a lo largo de todo el año: un poquito de cerveza para refrescar y un poquito de vino para cenar o comer. 


¿Y qué tienen previsto comer en San Mateo?

Pensamos en un menú para cada día y luego distribuimos las tareas. El primer día creo que tomaremos patatas con costilla, el segundo judías con almejas, el tercero paella y el cuarto, que yo no tengo que ir a trabajar, gachas.


Así que comen bien en fiestas…

Sí, sí, pero, eso, sea San Mateo o no. Hay que comer bien siempre (ríe).


¿Qué le diría al visitante que nunca ha estado en San Mateo que se va a encontrar en esta fiesta?

Yo creo que el turista se va a encontrar, como cosa positiva, con el jolgorio y el buen humor, la hospitalidad y la acogida de cualquiera que esté en la fiesta, sea o no de una peña. A cualquier persona que va como perdida rápidamente se le acoge y se le brinda lo que haya: si hay bocadillo, bocadillo; si hay una bota de vino, se le ofrece un trago y se le anima a abrirse al grupo, a la participación directa en la fiesta. Estas son unas fiestas muy hospitalarias.


Con la crisis que está padeciendo la ciudad, es necesaria esta fiesta para olvidarse de los problemas…

La crisis se nota en muchos aspectos, porque querámoslo o no marca la conducta. Muchas actividades se quedan en el aire o hay que realizarlas con menos medios, echándole imaginación y ganas. Yo no sé si la ciudad necesita fiestas, pero las fiestas están, y el ánimo festivo está siempre en la gente. Si no se disponen de dos duros para hacerlas, sino de uno, pues con eso nos apañamos.