Los sindicatos demandan una subida salarial del 3,1% en la negociación colectiva
Más de mil representantes sindicales de CCOO y UGT se han concentrado este mediodía ante las sedes de las patronales de las distintas provincias, entre ellas la de la CEOE-Cepyme Cuenca, para exigir que en la negociación de los distintos convenios colectivos se aprueben subidas salariales por encima del 2 por ciento, y no de hasta un 2 por ciento como, según aseguran, propone el empresariado.
En concreto, piden que para 2018 se aprueba una subida salarial del 3,1 por ciento: el 1,6 por ciento previsto de inflación y otro 1,5 por ciento para recuperar el poder adquisitivo. Y que sean los salarios mas bajos los que reciban las mayores subidas salariales.
Los convenios colectivos que en la actualidad están pendientes de renovación en la provincia son los de limpieza de locales y edificios, el del campo y el transporte viajeros, a los que hay que añadir, de años anteriores, ayuda a domicilio y madera.
Así, con el objetivo de “recuperar los salarios como motor del reparto de riqueza” después de la pérdida de poder adquisitivo registrada durante la crisis económica, ambas organizaciones consideran que la negociación colectiva es “el mejor marco de redistribución de riqueza”, por lo que reivindican que se pacte “un salario mínimo de convenio de mil euros mensuales”, además de otras medidas como “la persecución del fraude fiscal y del fraude laboral, los falsos autónomos y trabajos a tiempo parcial que enmascaran jornadas completas”, en palabras del secretario provincial de UGT, José Azcoitia.
La secretaria general de CCOO en la provincia, María José Mesas, apunta por su parte que “mientras que la clase empresarial hace tiempo que ha salido de la crisis, no ocurre lo mismo con la clase trabajadora, que sigue perdiendo poder adquisitivo y sufre unas condiciones laborales muy precarias”. Hace además hincapié en la “discriminación en materia de género que existe en nuestros puestos de trabajo.
Según sus datos, las empresas, a día de hoy, se encuentran en mejores condiciones que en 2008, con más de 35.000 millones de beneficios y un reparto de más de 16.000 millones de dividendos entre sus accionistas y, en cambio, “en la clase trabajadora nos encontramos con una subida salarial de 10.000 millones por debajo de lo que estábamos en 2008 y con un índice de trabajadores pobres que supera ya el 13 por ciento, y lógicamente con una negociación colectiva bloqueada, saboteada y desequilibrada por la reforma de 2012, que le ha dado todas las bendiciones para tener una mayoría social cada vez mas empobrecida”.
Mesas denuncia la actitud “egoísta, injusta y reaccionaria de la patronal que conduce a aumentar la pobreza laboral entre los trabajadores y trabajadoras” y advierte de que las reivindicaciones que plantean en las diferentes mesas de negociación “son inamovibles”.
