Cáritas Diocesana de Cuenca ha logrado un empleo para 115 de las cerca de 200 personas atendidas en sus servicios de orientación e intermediación laboral, principalmente en los sectores de la hostelería, el sector doméstico (cuidado de personas mayores y dependientes) y la construcción. Pero esta organización, que también ha atendido este año 1.800 hogares con dificultades económicas, advierte de que, en muchos casos, acceder a un empleo no cubre todas las necesidades de las familias. La razón, que, aunque todos los contratos propiciados por Cáritas cubren cuando menos el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), situado en los 707,60 euros al mes, la mayoría no son a tiempo parcial, de ahí que la remuneración mensual esté muy por debajo del mínimo que una persona necesita para cubrir gastos básicos como la vivienda, la luz, la calefacción o la comida
“Tener un trabajo no está relacionado con no vivir en situación de pobreza”, advierte María Paz Ramírez López, responsable del Área de Comunicación y Economía Solidaria de Cáritas Diocesana de Cuenca, que echa en falta “un fuerte tejido empresarial en la provincia” que permita salir de la crítica situación en la que siguen viviendo muchos conquenses.
Es una de las conclusiones del balance de 2017 realizado por Cáritas Diocesana, cuyo director, José Martín Valliriáin, hace hincapié en que sigue habiendo “mucha gente vulnerable”, muchas “desigualdades” que hay que denunciar y por las que esta ONG tiene que seguir “luchando”.
A destacar, en este sentido, las 564 personas que han sido atendidas en el Centro de Atención de Urgencia, más conocido como albergue de transeúntes, una cifra similar a la de los últimos años pero superior en el caso de los servicios prestados a esas personas, un total de 7.010, lo que indica que “sus usuarios utilizan más veces el servicio y tienen más complicado salir de su situación, que está cronificada”, en palabras de Ramírez López.
A estas personas hay que añadir las 31 atendidas en el Centro Residencial San Julián, las nueve del Centro Residencial Puede Ser, las doce del Centro Residencial Sin Fronteras, las 53 personas dependientes de la Residencia de Huete La Cerca o los 94 mayores atendidos por el servicio de comidas de Cáritas, que en lo que va de año ha repartido 16.948 menús entre unas personas que en algunos casos tienen en el personal de Cáritas “la única visita al día que reciben”.
En Cáritas destacan la ayuda que para realizar esta atención desempeñan sus actuales 311 voluntarios, quienes “prestan su tiempo, que es lo más valioso” en beneficio de los más necesitados. También, la mayor implicación que desde el mes de marzo tienen las Cáritas Parroquiales, a las que son derivadas las personas que acuden a la sede principal de Cáritas en la Avenida República Argentina en busca de ayuda económica y/o alimenticia.
Aunque hay mucha variedad entre los usuarios de Cáritas, priman las mujeres de entre 40 y 45 años, entre ellas personas “que nunca se imaginaron que iban a necesitar ayuda de Cáritas”.
El usuario mayoritario es mujer de entre 40 y 45 años de edad
ACTOS NAVIDEÑOS
Por otro lado, con motivo de la Navidad Cáritas ha programado varias actividades, unos actos que se iniciaron el jueves con una chocolatada celebrada en Carretería.
Ya este sábado 23, la Abadía de Jágaba acogerá un concierto de órgano de entrada gratuita, aunque abierto a donativos que se destinarán a financiar el trabajo por los demás de esta organización.
Los donativos que se hagan en este mismo día al niño Jesús en el Belén Viviente que, en horario de mañana y tarde, está previsto que acoja el Paseo del Huécar también se destinarán a esta ONG.
El 27 de diciembre habrá un concierto en la iglesia de La Paz, también a beneficio de Cáritas, y un día después el Teatro-Auditorio acogerá a las 19:00 horas la actuación circense ‘El árbol de la sonrisa’, en colaboración con Globalcaja.
Los actos se cerrarán el día 19 con ‘Tunavidad’, un concierto a cargo de tres tunas conquenses en lugar todavía por determinar.
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