Valverde de Júcar impulsa la educación y el apoyo a familias para frenar la despoblación
Hace nueve años, doña Virginia Pérez Buendía cedió en su testamento todo su patrimonio al Ayuntamiento de Valverde de Júcar, con el objetivo de apoyar la formación de los jóvenes de la localidad a través de una fundación que llevara su nombre. Desde entonces, han sido más de medio millón de euros los que se han puesto a disposición de los jóvenes del municipio, procedentes de las rentas que generan el patrimonio agrícola, inmobiliario y bancario de la millonaria.
Cada año se reparten entre 60.000 y 70.000 euros, beneficiando a entre 80 y 90 jóvenes del municipio, prácticamente todo el alumnado menor de 25 años. Así lo pone de manifiesto el alcalde de Valverde de Júcar, Eduardo Mena, quien incide en que las becas abarcan desde la educación obligatoria, cubriendo el coste de los libros o licencias digitales, hasta la universidad, másteres, cursos de idiomas, formación profesional o preparación de oposiciones.
“En Valverde los niños no pagan nada en la etapa obligatoria, y los universitarios reciben un plus compatible con las becas del Ministerio”, subraya el regidor, quien recuerda que la cuantía se ajusta según renta familiar, notas y costes de matrícula.
Así, en los últimos años los universitarios han recibido entre 900 y 1.800 euros, que, sumados a las ayudas tanto de los gobiernos regional y nacional, les pueden ayudar incluso a cubrir el alojamiento. “Estas becas han permitido que los jóvenes del municipio que quieran hacer estudios superiores puedan ir menos ahogados con los gastos”, afirma Mena.
Al mismo tiempo, el alcalde destaca que ya se pueden presentar las solicitudes de beca para este curso escolar, y los interesados podrán rellenar el escrito en el Ayuntamiento.
También recuerda que, desde que comenzaron a entregarse las becas, hace ya nueve años, “prácticamente todos los jóvenes del pueblo han sido beneficiarios en algún momento”.
La Fundación Pérez Buendía trabaja además de la mano de la Fundación “la Caixa”, con la que mantiene desde hace dos años un programa específico para niños con discapacidad. Cada año se destinan 7.500 euros, que el pasado ejercicio se repartieron entre seis menores, de acuerdo con el grado de necesidad de cada caso.
“Hay familias que necesitan este apoyo para terapias, logopedia, atención de especialistas o para adquirir material que mejore la calidad de vida de sus hijos, y es un complemento a las becas generales que resulta vital para estas familias”, explica el alcalde.
Ayudas municipales para fijar población
A la acción de la Fundación se suma la del Ayuntamiento de Valverde de Júcar, que desde enero de 2025 ha puesto en marcha un programa de fomento de la natalidad: 1.000 euros por cada nacimiento, de los que se paga a la familia 400 al nacer y 600 al cumplir el primer año, condicionados a que la familia permanezca en el municipio.
“Mil euros no solucionan todo, pero son un empujón”, subraya el regidor, quien incide en que la intención de su Gobierno local es que las familias sepan “que aquí están apoyadas y que tienen servicios que les facilitan criar a sus hijos sin tener que irse a la ciudad”.
En apenas unos meses, ya se han concedido cinco ayudas a familias jóvenes de entre 30 y 40 años. Para el equipo municipal, garantizar la conciliación laboral y familiar es esencial.
Por otro lado, con el objetivo de fomentar la conciliación, el pasado septiembre abrió sus puertas una escuela infantil con capacidad para 20 plazas, que facilita el cuidado de los niños desde edades tempranas. Aunque por la distribución de edades algunas plazas no se han cubierto, ya hay 23 niños inscritos.
A ello se suman otros recursos que marcan la diferencia en la vida de las familias, como un aula matinal desde las 7:30 de la mañana para los padres que comienzan temprano su jornada laboral, un comedor escolar que atiende a 33 niños cada día, así como una amplia oferta de actividades extraescolares (música, pintura, multideporte, ballet o yoga) organizadas entre el Ayuntamiento y el AMPA, muchas de ellas gratuitas o con precios simbólicos.
Próximamente, todas estas actividades se trasladarán a un nuevo edificio situado junto a la escuela infantil, que se inaugurará a finales de este año o a principios del próximo.
El alcalde reconoce que estas medidas suponen “un esfuerzo económico importante para un municipio pequeño”, pero lo considera imprescindible. Y es que enfatiza que, en el medio rural, “tradicionalmente, servicios como la guardería o las actividades extraescolares estaban reservados a las ciudades, pero queremos demostrar que en Valverde de Júcar también se puede criar y educar a los hijos con los mismos recursos que en entornos urbanos”.
“Trabajamos para que los que se fueron consideren volver, porque aquí encuentran servicios que no existen en otros pueblos de características similares”, concluye Mena.