Mario Pérez, vecino de Valdemoro-Sierra, es uno de los jóvenes que están apostando por continuar su vida en el medio rural. A sus 22 años ha abierto el Bar Haro en su localidad, convencido de que quedarse en el pueblo también es una forma de prosperar.
Explica que en una ciudad como Valencia “el alquiler de su local valdría diez veces más o de una vivienda sería cinco veces más”, y reivindica que, para él, el éxito es quedarme a vivir en su pueblo.
Su proyecto ha sido visitado por el diputado de Reto Demográfico, Javier Cebrián, para conocer de primera mano los retos del negocio, las motivaciones que le llevaron a emprender y para informarle de líneas de ayuda como las de Mantenimiento a Comercios en municipios de menos de 250 habitantes, a las que podrá acogerse el próximo año.
Cebrián señala que jóvenes como Mario “te recarga las pilas” y su ejemplo evita que “el pesimismo cunda en Cuenca”.
El diputado recuerda que los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística muestran tendencias demográficas positivas en la provincia de Cuenca, donde se ha superado la barrera simbólica de los 200.000 habitantes, y los municipios de menos de 5.000 habitantes suman 1.373 vecinos más respecto al año anterior.
Pero, además, la población crece de forma significativa en el tramo de entre 15 y 30 años, una etapa que considera “vital porque marca el futuro de la provincia”.
En este tramo se encuentra Mario Pérez, cuya apuesta por emprender en su localidad, según Cebrián, demuestra que el medio rural “está lleno de posibilidades” y “refuerzan las ganas de trabajar que tenemos por el futuro de esta provincia” porque hablar con jóvenes como él hace ver que “vamos en la buena dirección”, concluye.
