La feliz vuelta a su colegio para 9 niños de Pinarejo
Aunque el colegio ya lleva abierto desde que empezara el curso en septiembre, todavía se le ilumina la cara y la alegría desborda a la alcaldesa de Pinarejo, Mari Carmen Navarro, cuando habla de la reapertura del colegio de su localidad después de cuatro años cerrado. “Había cuatro niños y uno lo bajaban a Santa María. Al haber menos de cuatro niños, el colegio cerró y con un minibús iban y venían todos los días a Santa María del Campo Rus. Así hemos estado cuatro años”, resume la alcaldesa la situación que se daba en su pueblo al comenzar el curso en septiembre de 2012.
La unidad del colegio público ‘Santa Águeda’ de Pinarejo se encuentra integrado en el CRA ‘Jorge Manrique’, con cabecera en La Alberca de Záncara que, junto al colegio público “Pérez Villanueva” de Santa Mª del Campo Rus componen el CRA atendido por “los mismos maestros que durante 4 años no han tenido que desplazarse a Pinarejo, pero este curso han vuelto para dar clase a los 9 niños que tenemos”, decía la alcaldesa orgullosa de haber podido “sacar a los niños pequeños con agua, frío o nieve, de hacer la ruta”, que como explicó, empezaron “varios niños con solo 3 años. Era una pena. Ahora estamos muy contentos. Solo queda una niña de las que empezó con 3 años yendo al colegio de Santa María, allí ha hecho sus amigas y los padres han preferido dejarla porque está más integrada”, explica comprensiva.
A pesar de los recursos presentados por el Ayuntamiento para intentar invertir la situación, el colegio ha estado cerrado hasta el pasado mes de septiembre, aunque el presidente del Gobierno regional ya había prometido este verano que abriría todos los colegios que estuvieran cerrados, “y el nuestro estaba entre las probabilidades, porque tenemos 9 niños, aunque yo creo que la intención era abrirlos todos independientemente de los niños que hubiera”, asegura Navarro que valora como una idea “muy acertada de Page para recuperar los colegios en los pequeños municipios”. Y en un pueblo como Pinarejo donde además tenían “un colegio nuevo que nos hizo la Junta, con gimnasio y patio en condiciones. Que no se había disfrutado ni 3 años cuando se cerró. Cuando venían las chicas del plan de empleo a limpiar al colegio, procuraba ir lo menos posible. La pena que me daba verlo cerrado. Un colegio nuevo, impecable y sin niños”, decía la alcaldesa.
Este curso, los niños de Pinarejo están dando clase en su colegio. Dos de ellos recién llegados al pueblo con sus familias, más otros dos incorporados por edad “de 3 y 4 años que han empezado, después saldrá uno que ya irá a primero de la ESO y entrarán dos el año que viene”, explica la alcaldesa que ya habla con perspectiva de futuro.
La alcaldesa de Pinarejo nunca entendió la medida que obligaba a la sección unitaria de Pinarejo a cerrar por no cumplir los requisitos mínimos de aula unitaria, de acuerdo al Plan de Garantías de los Servicios Sociales Básicos de la Junta en la anterior legislatura, “era un cierre que no tenía sentido porque son los mismos maestros que los que dan clase en Santa María y los niños se ahorran 6 kilómetros pero que la Delegación se tuviera que gastar en un minibús y una cuidadora -ya que van niños pequeños de 3 años- doble dinero del que hubiera sido estando en el colegio y un colegio nuevo donde ya se ha realizado una inversión y donde están tan bien, no lo entendí. El ahorro lo tendría si dijeras que me ahorro un maestro y me ahorro el desplazamiento, entonces a lo mejor se comprendería, pero lo que no se comprende es que se desplazara a los críos y que se gastaran para el transporte. No había ahorro. No tenía sentido, agrupar a los críos y desplazarlos”, afirma convencida.
Pilar fundamental
Mari Carmen Navarro tiene claro que para un pueblo como el suyo, el colegio “es un pilar fundamental. En un municipio donde no hay trabajo y la gente se va, si viene de fuera con intención de quedarse, sean inmigrantes o de nacionalidad española, aunque los padres tengan trabajo, si no hay colegio, se van”, explicaba Navarro porque les ha ocurrido “es muy importante porque los padres miran mucho que no haya colegio y tener que desplazar a los niños”.
Ahora con el colegio activo nuevamente los niños de 3 y 5 años de infantil, más los de 1º, 2º, 5º y 6º que se encuentran en el mismo aula están con su maestra Beatriz, tan encantados como ella. “Trabajan muy bien, hacemos un buen equipo. Evolucionan y aprenden al mismo ritmo que los niños de los otras unidades del CRA”. Para la maestra de Pinarejo dar clase a niños de distintos cursos es cuestión de organización, reciben enseñanza de calidad y las mismas materias de acuerdo a su edad y los niños se hacen más responsables porque trabajan con más autonomía, además de verse reforzada la convivencia entre ellos.
Colegios en la provincia
En el mes de septiembre se volvieron a abrir 10 colegios en la provincia de Cuenca. Además del de Pinarejo integrado en el CRA ‘Jorge Manrique’ de La Alberca de Záncara, con una solicitud de apertura para 6 niños que ahora tiene 9. También se abrió con 6 niños el colegio de Salmeroncillos integrado en el CRA ‘Guadiela’ de Priego; el de Torrejoncillo del Rey integrado en el CRA ‘San José de Calasanz’ de Palomares del Campo; el de Puente de Vadillos integrado en el CRA ‘Los Sauces’ de Cañamares; el de Olmedilla de Alarcón, integrado en el CRA ‘Ribera del Júcar’ de Valverde del Júcar y el de Villar de Domingo García integrado en el CRA de Cañaveras.
También reinició su actividad el de Torralba integrado en el CRA ‘Los Sauces’ de Cañamares, con 4 niños; el de Castillo de Garcimuñoz integrado en el CRA ‘El Quijote’ de Villares del Saz donde 4 niños están en el aula en su pueblo y 4 niños también en Tresjuncos, integrado en el CRA ‘Alonso Quijano’ de Villaescusa de Haro. La lista se completa con el de Carrascosa de Haro integrado en el CRA ‘Alonso Quijano’ de Villaescusa de Haro, con 7 niños.
Los niños de las aulas unitarias en las escuelas rurales reciben las mismas materias que los niños que asisten a las clases de los colegios en la capital. Por volver al ejemplo de Pinarejo tienen una maestra fija que les da el grueso de materias y son los profesores de inglés, música o religión, junto al orientador y el jefe de estudios, los que se desplazan.