Consternación en Atalaya del Cañavate por la muerte de uno de sus vecinos
Consternación en Atalaya del Cañavate por la muerte de uno de sus vecinos, Inocencio S.M., de 57 años de edad, en el incendio de su vivienda la tarde de este jueves. Y es que, según asegura la alcaldesa del municipio, Juli Gallego, "era un hombre muy querido en el pueblo, hablaba con todo el mundo y era muy amable con todos, lo que despertaba un cariño especial hacia él". "No en vano -añade- todos sabíamos el problema que tenía con el Síndrome de Diógenes y así lo habíamos aceptado, estando pendientes de que no le faltara de nada".
Se desconoce qué pudo pasar, apunta la alcaldesa, si bien espera que la autopsia a la que se le ha sometido durante la mañana del viernes en la capital arroje algo de luz sobre el suceso. Las horas previas al terrible incendio fueron, según Gallego, como cualquier otro día; ella, incluso, estuvo hablando con él por la mañana y la secretaria del Ayuntamiento fue probablemente la última persona que lo vio con vida cuando se cruzó con él sobre las cuatro y media de la tarde en la plaza del pueblo.
Por el momento, se desconoce cuándo se va a celebrar el entierro, ya que el Ayuntamiento está intentando localizar a sus dos hermanos que viven en Madrid para comunicarles la terrible noticia; algo que, por el momento, no se ha conseguido. En todo caso, la alcaldesa deja claro que "si finalmente no localizamos a su familia más directa, el Ayuntamiento se hará cargo de los costes del entierro, que, como muy tarde, será el domingo". Entre tanto, el cadáver de Inocencio permanecerá en el tanatorio de San Clemente, donde ha llegado a última hora de la mañana del viernes.
Gallego no ha querido pasar la oportunidad para dar las gracias al nuevo vicepresidente del Gobierno regional, José Luis Martínez Guijarro, y al nuevo delegado de la Junta en Cuenca, Ángel Tomás Godoy, por su preocupación e interés demostrado: "En cuanto se enteraron me llamaron y se pusieron a nuestra disposición por si necesitábamos algo, lo que, sin duda, es de agradecer", asevera la primer edil.
Incendio y levantamiento de cadáver
El terrible incendio se declaraba sobre las cinco y media de la tarde del jueves en el número 7 de la calle La Marquesa. Una dotación del Parque de Motilla del Palancar, integrada por cuatro bomberos, jefe de turno y jefe de Parque, se desplazaba hasta el lugar con una bomba rural pesada y una unidad de mando y jefatura.
A pesar de que llegaba en tan solo veinte minutos, el incendio estaba muy avanzado y había calcinado gran parte de la vivienda. Los plásticos, cartones y otros restos que había acumulado en su patio el único inquilino de la vivienda, que sufría Síndrome de Diógenes, provocaron la rápida propagación de las llamas. De hecho, no fue hasta las nueve y media de la tarde cuando los bomberos pudieron llevar a cabo un rastreo entre los rescoldos, localizando el cadáver del único inquilino de la vivienda, Inocencio S.M., sobre la cama, sin que las llamas hubieran alcanzado el interior de la habitación, aunque sí el humo, claro.
Los bomberos de Motilla, equipados con trajes especiales de protección química y bacteriológica, colaboraron con la Policía Judicial de la Guardia Civil y el forense tanto en la recogida de pruebas como en el levantamiento del cadáver, que no se produciría hasta la una y media de la madrugada de este viernes. Pese a ello, la intervención de los bomberos no concluiría hasta las dos y media de la madrugada aproximadamente.
