Casi 19.000 conquenses viven en zonas con gas radón

Un total de 18.895 conquenses viven en municipios donde el gas radón está presente de forma natural, la mayoría en la zona de La Mancha como San Clemente o Mota del Cuervo, así como de La Serranía, como Landete, Carboneras de Guadazaón o Fuentes. Esto supone el 9,6% de habitantes que tiene la provincia conquense. Así lo pone de manifiesto el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a través del mapa del potencial radón en España elaborado por el organismo gubernamental en el año 2017. 

En total son 21 los municipios de la provincia que están catalogados como Nivel I, lo que significa la presencia de gas radón en el interior de casas y edificios está por debajo de los 300 bequereles por metro cúbico (Bq/m3). Y es que, este gas que es incoloro, inodoro e insípido se produce de forma natural por la desintegración radiactiva del uranio que está presente en ciertos tipos de suelos y rocas. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el radón emana fácilmente del suelo y pasa al aire, donde se desintegra y emite otras partículas radioactivas. Al aire libre se diluye rápidamente hasta alcanzar concentraciones muy bajas que no entrañan peligro ninguno, puesto que no superan los 15 Bq/m3. Al mismo tiempo, este gas puede penetrar en edificaciones a través de poros, grietas y fisuras en las cimentaciones, pero en los espacios cerrados, su concentración puede oscilar en los 10 y los 10.000 becquereles. 

Todas las localidades de Cuenca, según la clasificación del CSN, están en Nivel I de la clasificación, lo que supone que, tras las mediciones realizadas, la presencia de gas radón en localizaciones interiores oscila entre los 201 y 300 Bq/m3, que es el valor que esta entidad gubernamental recomienda no superar a fin de limitar la exposición de la población. 

Si bien no hay una línea que separe un nivel seguro de un nivel de riesgo, los efectos para la salud son proporcionales a la exposición a la que se está expuesto a lo largo de periodos de tiempo muy prolongados. 

Los municipios de la provincia que presentan estos niveles medio-bajo de radón son Arguisuelas, Beamud, Campillos-Sierra, Carboneras de Guadazaón, Cardenete, Casas de los Pinos, Fuentes, Graja de Campalbo, Henarejos, Huerta del Marquesado, Laguna del Marquesado, Landete, Monteagudo de las Salinas, Mota del Cuervo, Osa de la Vega, Reíllo, San Clemente, Santa Cruz de Moya, Talayuelas, Valdemeca  y, por último, la localidad de Valdemoro-Sierra.

RECOMENDACIONES

A niveles de concentración en torno a unos pocos cientos de bequereles por metro cúbico, la ventilación natural suele ser una medida efectiva para disminuir la concentración de radón. Esta suele ir aumentando durante la noche y disminuyendo a lo largo del día, por tanto ventilar por la mañana del orden de 15 minutos puede ser una medida adecuada. Al mismo tiempo, la OMS explica que existen métodos probados, duraderos y costoeficientes para prevenir la filtración del radón en los edificios de nueva construcción así como para reducir su concentración en los que ya están construidos. Por ello, otras formas habituales de reducir los niveles de radón en las construcciones actuales es instalar un sistema de evacuación mecánica del radón en el sótano o los bajos de los pisos sólidos, sellar grietas que pudiera haber en las paredes o mejorar la ventilación con el exterior en el conjunto del edificio.

PLAN NACIONAL 

Ante todo esto, a principios de enero el Consejo de Ministros aprobó el primer Plan Nacional contra el Radón, que tiene por objetivo reducir, en los próximos cinco años, la concentración de este gas en el interior de los edificios de las zonas con mayor presencia para proteger la salud del conjunto de la población, así como formar a todas las personas que intervienen en las obras para que las futuras construcciones se hagan con sistemas de ventilación que impidan su concentración en el interior de los inmuebles.