Sanidad
Uno de los barómetros capaces de medir el grado de desarrollo y bienestar de una sociedad es el de su Sanidad Pública. Otro es el de su capacidad para impartir formación a sus ciudadanos y otro más es el del volumen de inversión dedicada a investigación. Cuantos más recursos económicos y sociales se destinan a estas tres importantes áreas mayor es la calidad de vida de la población y mejores sus expectativas de futuro. Nuestra provincia es, desgraciadamente, un ejemplo de lo que ocurre cuando se desatienden los tres pilares básicos a los que nos referimos: ausencia de yacimientos y nichos de empleo, despoblación, desánimo en la ciudadanía y galopante envejecimiento de la población. En la anterior legislatura sufrimos muchos ejemplos de lo que supuso una política de recortes generalizados, que provocaron graves cicatrices demográficas y anímicas que tardarán mucho en cerrarse.
La actualidad de la semana nos ha traído novedades que pueden revertir esa inquietan-te sensación de que Cuenca es la gran olvidada y que harán que se oigan menos “ea” en muchos sectores. En materia sanitaria hemos conocido el compromiso de la Diputación para mejorar muchos consultorios en la provincia, unos 125; también hemos sabido que se ampliará el Cuenca II, en la capital. El Gobierno regional pretende destinar también una inversión mollar en el llamado “Proyecto Fénix”, más de seis millones de euros para eliminar tecnología obsoleta, sobre todo en la Atención Primaria regional, sin duda la sección más sufrida de nuestro sistema de Salud. Avances como la tele consulta y la videoconferencia permitirán a los profesionales de la Sanidad pública desarrollar su trabajo con más garantías de éxito y evitarán a los ciudadanos desplazamientos innecesarios y reducirán listas de espera interminables. Resulta evidente que se necesita más dinero y esfuerzo para garantizar un servicio sanitario de mayor calidad, pero no es menos cierto que el listón se eleva en beneficio de la población, sobre todo si lo comparamos con los baremos registrados durante el mandato del Ejecutivo anterior.
También hemos conocido otra noticia que aportaría un valor añadido no sólo al Campus de Cuenca sino también al futuro hospital Universitario: la implementación por parte de la UCLM del grado de Ingeniería Biomédica, que se impartiría exclusivamente en la capital. Qué duda cabe que esta especialidad implicaría un alto grado de especialización tecnológica y requeriría personal docente de alto nivel que contribuiría a elevar los atractivos que ya atesora la formación universitaria en nuestra ciudad. Además, aportaría un plus de prestigio al futuro centro hospitalario, que se convertiría en una referencia de amplio espectro para la investigación en uno de los campos con más futuro en la atención sanitaria.
Todos estos proyectos vienen a ratificar lo que exponíamos más arriba acerca de mejorar los indicadores del barómetro del bienestar. Van a contribuir a mejorar la Sanidad Pública, a potenciar la oferta formativa de la sociedad y a fomentar la investigación en un ámbito vital para el futuro de la Humanidad como es la biomedicina. Si todo se cumple como está previsto olvidaremos ya para siempre aquel tristemente famoso “como te de una miaja apechusque, la roscas”...
