Roberto Polo

Toledo y Cuenca están enhorabuena ante la decisión del coleccionista cubano-estadounidense Roberto Polo de ceder al Gobierno de Castilla-La Mancha 7.000 obras de artistas de relevancia internacional que con su exposición al público en las dos ciudades Patrimonio de la Humanidad de la región contribuirán a aumentar su número de visitantes, para lo que Cuenca sobre todo tiene mucho margen de mejora.

Sería bueno aprovechar el eco que ha tenido este anuncio con la exhibición de algunas de estas piezas lo más pronto posible en el Museo Casa Zavala, al menos hasta que el Archivo Histórico Provincial, sede elegida por el Gobierno regional, sea habilitado como museo, que por experiencia ya sabemos que este tipo de obras pueden demorarse más de lo deseable y esperado.

El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, ya ha ofrecido este emblemático edificio de propiedad municipal que entre 2008 y 2015 estuvo gestionado por la Fundación Antonio Saura, un periodo antes del cual ya fue objeto de una importante reforma. Y sería bueno que tanto el Gobierno regional como el coleccionista lo aceptaran. Al menos sería una buena manera de compensar el vacío que el espacio dedicado a Antonio Saura ha dejado en la ciudad y el Ayuntamiento se evitaría el trabajo y el gasto de tener que llenar de actividad el museo con unas obras que difícilmente podrán alcanzar el caché de las de Polo.

Con esta cesión, Cuenca va a disponer de una oferta artística de un valor incalculable gracias a la obra de artistas como Georges Vantongerloo, Karl Schimidt-Rottluff o Karl Schmidt-Rottluff que se añadirán a los trabajos de Saura, Fernando Zóbel, Gustavo Torner, Manuel Millares o Javier Pagola que se exhiben desde hace años en el Museo de Artes Abstracto Español y en la Fundación Antonio Pérez de Cuenca y al también imprescindible Espacio Torner.

Visitar Cuenca va a ser así sinómimo de visitar cultura. Algo de lo que debemos sentirnos más que orgullos. Y valorar. Y dar las gracias a Zóbel, a Torner, a Rueda, a Antonio Pérez... y ahora también a Roberto Polo.