Reactivación
A lgunos analistas aseguran que cuando la economía de un territorio toca fondo, todos los logros que se consiguen después no son un triunfo porque ya sólo hay dos opciones: avanzar o morir. Pero ese no es el caso de nuestra región y de nuestra provincia. Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) indican que sí podemos hablar de triunfo, y no precisamente pequeño, porque según la Consejería de Economía, Empresas y Empleo y los propios datos estatales, no se han producido los avances típicos de una tímida salida desde el pozo, sino que la región resulta ser líder nacional en creación de empleo en el último año y ha conseguido reducir su tasa de paro al nivel más bajo desde 2008, a pesar de los reveses de la pandemia.
Resulta evidente que no se puede cantar victoria, porque en materia de desempleo la única cifra que vale es el cero, pero no podemos obviar el gran esfuerzo que ha supuesto reducir en un 95% el número de personas afectadas por ERTEs en la región. Sólo en nuestra provincia, actualmente hay 85 expedientes de regulación temporal de empleo activos, cuando en los peores momentos de la pandemia había 2.868. Además, el índice de ocupación ha crecido en Cuenca en casi siete puntos porcentuales, lo que induce a pensar que la gestión del Gobierno regional y de los agentes sociales en materia de empleo está siendo positiva y no nos conduce, como sempiternamente machaca la oposición, hacia la ruina o la intervención inminente de los “hombres de negro”.
Respetamos la incierta situación que todavía viven muchas familias conquenses, y comprendemos su angustia, pero nadie debe olvidar que el dinero del paro, los ERTEs y de la renta básica no han llovido del cielo, son el fruto del esfuerzo colectivo y de la efectividad de los gestores y hay que agradecerles a todos ellos, empresarios, Gobierno y sindicatos, su labor. ¡Claro que es necesario mejorar todo lo relacionado con la evolución y la calidad del empleo! Aún así no podemos negar que se está trabajando en la buena dirección y que cuando lleguen los fondos europeos para la recuperación no “se atarán los perros con longaniza”, pero la situación a corto y medio plazo será más halagüeña.
Los acerados críticos, siempre en contra de toda acción del Gobierno, en España y en Castilla-La Mancha, lo que deberían hacer es contribuir a mejorar un clima político y social que no dejan de enrarecer con exageraciones y datos que no se ajustan a la realidad sólo para conseguir el triste objetivo de desmerecer, por sistema y consigna, los logros evidentes y extender un mensaje de caos que la mayoría de la gente sabe que no existe.
En el caso de nuestra provincia, hemos tenido claros ejemplos de que el panorama está cambiando para mejor. Uno de nuestros principales activos, el turismo, ha visto mejoradas sus expectativas con la relajación de las medidas contra la Covid 19 y las pernoctaciones han ido recuperándose a niveles incluso mejores que antes de la pandemia. Parece que se ha producido una inercia inesperada que debemos aprovechar, aunque siempre en guardia porque el virus sigue ahí.
No obstante, queda aún mucho camino que recorrer en materia de empleo. Siguen pendientes grandes asignaturas como la temporalidad, los bajos salarios, la brecha de género, la alta siniestralidad o el elevado paro juvenil, entre otras. Pero ya llueve menos que en los peores meses de la pandemia y la maquinaria económica está adquiriendo una sorprendente velocidad que nadie esperaba con los mimbres que se manejaban. Siguen siendo malos tiempos….. pero todo indica que podemos poner mejor cara.
