Y Polo tendrá que esperar

La colección de Roberto Polo tendrá que esperar su exhibición en Cuenca. La negativa de los patronos de la Fundación Antonio Saura (FAS) a abandonar la Casa Zavala incumple una de las condiciones del preacuerdo que a finales de enero el Ayuntamiento de Cuenca y el Gobierno de Castilla-La Mancha alcanzaron para la cesión del inmueble, de modo que el convenio se ha quedado sin firmar. Parece evidente que la Casa Zavala es el mejor edificio posible para albergar una exposición como la proyectada, con en torno a 120 obras (arte decorativo, pinturas, fotografías) valoradas en unos 12 millones de euros. Y que se trata de una propuesta que, gracias a la cesión de Polo, resulta viable económicamente frente a lo que ahora mismo puede ser capaz de ofrecer la FAS, con una deuda que rondaría los 500.000 euros que en 2015 le obligó a cerrar las puertas del espacio. Debido a ello, aunque entendemos que la FAS está en su derecho a no renunciar a la Casa Zavala, su decisión supone un grave perjuicio para toda la ciudad, que se va a privar de poder inaugurar el espacio Polo con la única contraprestación de la escasa actividad expositiva que, nos tememos, va a ser capaz de organizar la Fundación en memoria de Antonio Saura por mucho que justo en estos momentos haya organizado una muestra dedicada al grupo El Paso. Y tampoco el ayuntamiento, que al no haber acuerdo podrá seguir organizando muestras en la Casa Zavala, va a estar capacitado para inaugurar grandes muestras dada su precaria situación económica: ni de lejos podrá acercarse al valor que atesoran las obras del coleccionista cubanoestadounidense. Cuenca pierde, además, una apetitosa conexión con Toledo a través del espacio Polo, la cual hubiera beneficiado más a Cuenca que a la capital regional al ser esta la más visitada por turistas, cuyo número prácticamente triplica al de la capital conquense. Habrá que esperar, por tanto, a que la FAS recapacite y cambie de postura, o a que el actual edificio del Archivo Histórico Provincial sea rehabilitado como museo. Pero esto último parece que puede prolongarse durante años en el tiempo, pues será necesario un acuerdo entre gobierno central y regional, un proyecto de rehabilitación y unas obras que todo apunta a que serán costosas económicamente. De modo que un acuerdo con la FAS sigue siendo la mejor opción a corto y medio plazo. Ojalá se alcance porque nos jugamos impulsar el arte en una ciudad que cierto es que ya cuenta con una oferta museística más que interesante, sobre todo gracias al Museo de Arte Abstracto, la Fundación Antonio Pérez y el Espacio Torner, pero el museo Polo la engrandecería considerablemente dándole un carácter internacional.