Un galardón más que merecido

A punto de cumplir –el próximo año– su primer cuarto de siglo de vida, la Fundación Antonio Pérez ha sido galardonada, junto con el toledano Grupo Tolmo y la directora del Museo de Albacete Rubí Sánchez, con el Premio extraordinario al Mérito Cultural de las distinciones que en su ya cuarta edición otorga la Junta de Comunidades; un galardón sin duda más que merecido que viene a subrayar el creciente papel que esta institución ha desarrollado dentro de esa especial atención a la plástica hispana contemporánea de nuestra capital que inaugurara y pusiera en marcha, treinta y dos años antes de que la propia Antonio Pérez abriera sus puertas, la inauguración por Fernando Zóbel, en las en ese momento recién restauradas Casas Colgadas, de su Colección de Arte Abstracto Español colocando con ello a la ciudad en la primera página de la agenda nacional e internacional de la museística de la plástica de nuestro país de la segunda mitad del siglo XX.

Creada en 1998 a partir de la colección de arte contemporáneo del peculiar coleccionista y editor de arte que le da nombre, e incrementada luego esa su inicial oferta expositiva en el edificio de las antiguas Carmelitas de la capital con las sucesivas aperturas, ya en nuestra actual centuria, en 2006 del Museo de Obra Gráfica en San Clemente y en 2015 del de Fotografía en Huete, la Antonio Pérez vino a complementar, prolongándola cronológicamente, esa atención al hacer artístico de nuestro tiempo con las realizaciones creativas de las generaciones posteriores a las recogidas en la institución zobeliana, amén de ofrecer asimismo, generosa, a lo largo de su existencia, sus instalaciones para la realización en ellas de actividades culturales, si unas propias, otras ajenas, desde su continuada programación de exposiciones temporales a la realización de talleres didácticos en torno a la actividad plástica o al acogimiento de convocatorias musicales o literarias.

Felicidades dobles por tanto por un lado por la distinción que ahora se le otorga y por otro, anticipadamente, por ese veinticinco aniversario que celebrará –que con ella celebraremos todos los conquenses– en el entrante 2023, y desde luego nuestro agradecimiento en primer lugar a su impulsor, pero también a las instituciones que propiciaron la puesta en marcha del proyecto y afortunadamente lo han seguido manteniendo y a los responsables directos de su gestión y a sus trabajadores todos.

Y felicidades también, por cierto, a nuestra paisana la docente y pintora María Teresa Recuenco asimismo premiada dentro de las aludidas distinciones de la Junta de Comunidades por su contribución a la difusión del arte entre los escolares conquenses, como igualmente a las seis asociaciones de Amigos de los Museos que han sido a su vez distinguidos por su colaboración con estos centros.