“La responsabilidad social engloba toda la UCLM”

María Jesús Pardo Guijarro (San Lorenzo de la Parrilla, 1975) se ha sumado al equipo del vicerrector de Cuenca, César Sánchez Meléndez, como directora académica de Responsabilidad Social, Alumnos -del campus conquense- y Universidad de Mayores. Es la primera vez que desde la capital se gestionará el área de Responsabilidad Social para toda la región, cometido que se sumará a los ya habituales de Cultura y Deportes. Profesora del departamento de Psicología en la Facultad de Educación, cuenta en una entrevista que, antes de llegar a la universidad, había trabajado en el movimiento asociativo, sobre todo con el colectivo sordociego. Un bagaje que cree que le aporta “sensibilidad, una mirada más amplia y capacidad de escucha” para detectar necesidades y saber ayudar, algo fundamental en este nuevo cargo.

¿Qué supone este nuevo reto?

Es un reto que afronto con ilusión pero también con cierto vértigo. A mayor cargo, mayor responsabilidad. Hacerme cargo de la gestión de un área para toda la UCLM supone un reto importante y espero que lleno de muchas cosas interesantes y buenas y de mucho por aprender. Esa es la intención.

Hasta ahora, Cuenca no se encargaba del área de Responsabilidad Social.

No, en el Campus estaba el Vicerrectorado de Cultura, Deportes y Extensión Universitaria. Pero se ha hecho una reestructuración de competencias y Cuenca también se ocupará por primera vez de gestionar Responsabilidad Social.

¿Cuáles son los apartados que engloba esta área?

Es muy amplia, hay muchas cosas que tendrían cabida, engloba todo. De forma general, los proyectos con los que se trabajan desde esta área son los relacionados con la cooperación al desarrollo, tanto nacional como internacional. Tenemos también líneas para trabajar la igualdad, objetivos de desarrollo sostenible... Además de Responsabilidad Social, también me ocuparé de la Universidad de Mayores y seré el enlace con los alumnos en Cuenca. El Vicerrectorado de Estudiantes está en otro campus y esa parte la trabajaré más en relación con ellos.

Acaba de asumir el cargo pero ¿cuáles serían los retos más inmediatos?

Estamos empezando a rodar y es algo nuevo que viene a Cuenca por lo que estamos mirando qué es lo que se estaba haciendo. De la gestión anterior, hay una parte que se ha hecho muy bien. La idea es continuar con esas líneas y abrir otras. El reto principal es mejorar las condiciones de vida y de formación, desde lo más próximo en el ámbito regional pero también a nivel mundial. De hecho, hay varios proyectos que se han venido desarrollando coordinados desde la UCLM, trabajando con ONG en el ámbito nacional e internacional. Son proyectos muy interesantes y en los que, en principio, se pretende seguir trabajando, además de abrir otras líneas que ayuden a esta mejora de condiciones de vida y de formación.

Un ejemplo de estos proyectos.

Desde el año 2015, se han desarrollado unos 44 proyectos en los que la UCLM ha sido coordinadora con otras ONG. También hay otros en los que la universidad no ha sido la coordinadora pero en los que sí participamos y colaboramos. Por ejemplo, se han llevado a cabo proyectos de integración social de niños en riesgo de exclusión a través del deporte; prevención de violencia de género y trata de mujeres y de niñas en Perú; por el derecho al agua en Chiapas; implementación de aulas de informática o de audiovisuales o también escuelas, en campos de refugiados o en otros contextos de Latinoamérica, África... donde hay conflictos importantes. También firmamos convenios para que, por ejemplo, estudiantes de la Facultad de Medicina de Albacete puedan hacer voluntariado en campos de refugiados.

¿Cómo puede condicionar la pandemia a estos proyectos de cooperación?

Nos hemos visto no paralizados pero sí con la necesidad de parar un momento para recalcular y repensar para seguir trabajando a partir de ahí. En ningún momento se ha parado de trabajar. Hay cosas que igual se pueden aplazar y no pasa nada. Nos hemos tenido que adaptar muy rápido para dar respuesta a nuestros estudiantes y a esos proyectos que estaban en marcha o muy próximos a empezar. Había proyectos que estaban a punto de finalizar y no se podían dejar tirados. Desde los estudiantes, hasta el personal de la UCLM y los colectivos con los que se trabajaba, todos hemos entendido la situación y es de agradecer toda la disponibilidad de todas las partes para hacer todo lo posible para que todo saliera bien.

Y en nuestro país, ¿qué proyectos de voluntariado se desarrollan?

Hay una línea importante de voluntariado y se están abriendo otros proyectos para trabajar con personas con discapacidad, con niños en riesgo de exclusión social... para, por ejemplo, el fomento de la formación.

En el apartado de igualdad, ¿cómo está la UCLM?

Se ha trabajado mucho. A día de hoy, podemos hablar de una igualdad a todos los niveles, tanto en cargos de gestión como en acceso a la formación. Aunque es una línea en la que hay que seguir trabajando y luchando para que al final esto sea algo normal que no se tenga que estar reivindicando ni haciendo proyectos específicos para igualdad.

¿Qué espera que le aporte esta Dirección Académica?

Siempre me he considerado una persona abierta a aprender. Una de las cosas que más me gustaban del programa del rector, Julián Garde, era esa idea de cambio. Hay muchas cosas que el equipo anterior ha hecho muy bien pero hay ciertas áreas que igual necesitan un paso más. Espero aprender muchísimo de esto y que realmente ese cambio que necesitamos como universidad y como sociedad en general pueda ser posible. Nos tenemos que adaptar a las nuevas realidades. La sociedad ha cambiado muchísimo. Como área de Responsabilidad Social, o vamos adaptándonos y caminando a la par de esas nuevas demandas de la sociedad o la UCLM se quedará muy atrás. En ese sentido, espero que el Campus de Cuenca siga siendo ese referente dentro de la UCLM y dentro de la ciudad. Y cuando termine este cargo, espero irme con la tranquilidad del trabajo bien hecho, hasta donde se haya podido llegar.