"Son circunstancias extraordinarias y entre todos podremos salir adelante”

Después del encendido de luces y la apertura del mercadillo artesano, Cuenca respira Navidad por los cuatro costados. Las fiestas, eso sí, serán muy diferentes a otros años. Las restricciones para frenar el avance de la Covid-19 impiden la celebración de actividades y eventos que conlleven aglomeraciones. La seguridad prima por encima de todo y eso ha llevado al Ayuntamiento a diseñar un programa adaptado a las circunstancias.

Lo fácil, dice el concejal de festejos, Adrián Martínez Vicente, hubiese sido no hacer nada pero “estamos aquí para ir un poco más allá y entender que anímicamente, entre todos, tenemos que levantarnos. Creo que es un mensaje que tiene que llegar. Son circunstancias extraordinarias y entre todos podremos salir adelante”.

La situación sanitaria ha reducido el cerco y ha complicado mucho las cosas, sobre todo por la incertidumbre de no saber cómo evolucionará la situación sanitaria. De hecho, falta por ultimar los detalles de la visita de Sus Majestades los Reyes Magos, que este año plantean un recorrido en el que la gente los reciba desde las ventanas y balcones de sus casas.

“Esta es una de las cuestiones que está pendiente de que Sanidad de el visto bueno. Estamos trabajando para que los Reyes Magos lleguen a todos los barrios de la ciudad. Al repartir así el recorrido disminuimos la posibilidad de que se genere afluencia de público en puntos concretos, pero quedan detalles que, de momento, habrá que esperar para cerrar”.

DEVOLVER LA ILUSIÓN

Lo que es seguro es que los niños tendrán noche mágica y la ciudadanía en general, siempre con las medidas de seguridad oportunas, podrá disfrutar de una variada oferta cultural desde distintos ámbitos, además del recorrido por los distinto belenes que algunas hermandades, asociaciones y entidades sociales han abierto al público, aunque de forma reducida, y también de la programación extraordinaria que ha preparado el Ayuntamiento de la capital que, como destaca Martínez Vicente, pretende devolver la ilusión y al mismo tiempo beneficiar al comercio y la hostelería.

“No ha sido fácil pero dentro de la situación en la que nos ha puesto la pandemia hemos conseguido organizar un programa para dar respuesta a todos los colectivos, especialmente a los niños, que son los que con más ilusión esperan estas fechas”, pero también al comercio y a la hostelería local que “es en estos momentos cuando necesita un empujón. Si de verdad queremos apoyar es el momento de comprar y de consumir en Cuenca".

Por eso, destaca que además de promocionar e incentivar las compras y el consumo de cercanía se ha ampliado la ambientación de las calles con la iluminación navideña. “Esto es algo que ya nos habían solicitado los comerciantes y este año entendimos que dada la difícil situación que están viviendo como consecuencia de la pandemia teníamos que prestar ese apoyo. Pero también por una cuestión anímica, entendemos que es importante encontrar un punto de alegría y distracción”.

Hasta llegar a la presentación de las actividades se han vivido momentos de muchas incertidumbre, la situación cambiante de la pandemia ha hecho dudar en más de una ocasión sobre la viabilidad o no de algunas actividades.

Como ejemplo, Martínez cita el caso del mercadillo artesano que está instalado en Carretería. “Llevamos trabajando desde principios de octubre pero hasta prácticamente la semana anterior a la inauguración no podíamos saber nada. Ahí reside la dificultad. Al margen de que hayamos tenido que derrochar imaginación.

"Estamos trabajando para que los Reyes Magos lleguen a todos los barrios de la ciudad"

UNA NOTA EXTRA DE ALEGRÍA Y COLOR

Entre las novedades de estas navidades, que llegan más familiares que nunca, el Ayuntamiento ha enfocado una parte de la programación a la participación activa de la ciudadanía como forma de mantener la ilusión, y lo hace con nuevos concursos que “llegan con la vocación de quedarse” como son los de decoración de árboles, ventanas y balcones.

“Lo que buscamos es que las calles se llenen de color, y animen el ambiente- Pero además son actividades divertidas para hacer en familia”, señala el concejal, quien aprovecha la ocasión para hacer una llamada a la participación. “Es importante que seamos conscientes de que podemos transmitirnos alegría unos a otros. Como colectivo, como ciudad podemos levantarnos los unos a los otros, y ese es parte del espíritu de los concursos de decoración, cuando alguien enciende una luz en su ventana o en su balcón decorados, además de una nota de color deja constancia de un apoyo que es muy necesario, es como decir ¡va por vosotros!”

Y todo esto con el aliciente añadido de que se puede conseguir premio. El concejal de Festejos recuerda que cada una de las modalidades tendrá tres premios que no solo beneficiarán a los ganadores, también al tejido económico de la ciudad, porque hay que recordar que los premios se quedan en casa

“Los premios están cuantificados económicamente pero la aportación no será en metálico sino en forma de cheque para canjear en los establecimientos de comercio adheridos a la Asociación Provincial de Pequeño Comercio, así conseguimos retroalimentar a un sector que lo está pasando muy mal”.

Además se mantiene el Concurso Municipal de Belenes, en las modalidades de entidades y familias. Esta XXIII edición no será igual pero desde el Ayuntamiento han querido mantener viva esta hermosa tradición, y además se han bajado las exigencias de dimensión para que pueda participar más gente.

Por la situación de crisis sanitaria en la que nos encontramos no se podrán visitar. La inscripción, que al igual que en el resto de concursos se prolongará hasta el 6 de enero, se tiene que realizar de través de la página web del Ayuntamiento (www.cuenca.es). El jurado valorará los trabajos a través de las fotografías y vídeos que manden los participantes.

En definitiva, un programa para mantener viva la ilusión de la Navidad en estos tiempos tan complicados, aportar una nota de color y alegría extra en las calles de la ciudad y al mismo tiempo ayudar al comercio, la hostelería o los artesanos, sectores muy afectados por las consecuencias derivadas de la pandemia.