“Si algo nos ha demostrado la pandemia es la importancia de la sanidad pública”

Lleva en el cargo poco más de dos semanas pero tiene más que claros sus principales objetivos al frente de la Delegación de Sanidad en Cuenca, que pasan por el mantenimiento y mejora de la sanidad pública. Enfermera de profesión, Monserrat Hernández Luengo (Cuenca, 1980) afronta este reto con responsabilidad y ganas de “hacerlo lo mejor posible”.

Es de la opinión de que hay que cuidar al máximo la sanidad pública y considera indispensable que la ciudadanía tenga una asistencia sanitaria de calidad, independientemente de donde se viva, máxime en una provincia, como ésta, con tantos municipios tan pequeños.

Hace apenas dos semanas que tomaba posesión como delegada provincial de Sanidad, un sector que conoce muy bien desde dentro, desde la perspectiva profesional. ¿Cómo ha sido el salto a la gestión política?

Pues la verdad es que es cierto que llevo una semana y media en el puesto, que es muy poquito y casi que estoy aterrizando todavía y empezando a situarme un poco. Conozco bien la sanidad, he trabajado en Primaria, en Especializada e incluso en centros de atención para personas en situación de dependencia. Voy a intentar partir de los conocimientos que tengo de gestión, que es una asignatura que imparto en la Universidad y los voy a aplicar aquí. El cambio es un reto que intentaré llevar a cabo de la mejor manera posible. Como siempre, trabajando, aprendiendo e intentando mejorar la sanidad.

¿Cómo asume este reto?

Con responsabilidad y con muchas ganas de trabajar por una sanidad pública, de calidad y comprometida con los ciudadanos.  Vengo de Enfermería, un colectivo muy preparado que esta pandemia, además, ha demostrado que está siempre ahí, haciendo su trabajo y además muy bien. Y eso es lo que voy a intentar en esta nueva andadura: trabajar para hacerlo lo mejor posible.

¿Sus principales objetivos?

El objetivo que nos planteamos, tanto a nivel regional como provincial, es ofrecer la mejor calidad posible, y dentro de esto, uno de los objetivos prioritarios es que en 2023 el hospital esté terminado y podamos iniciar el traslado a unas instalaciones con más recursos tecnológicos y más servicios que contribuyan a mejorar la calidad asistencial que presta la sanidad en la provincia de Cuenca. Las obras están muy avanzadas. Hablamos de que están ya por encima del 70 por ciento y están trabajando más 200 personas diariamente por lo que esperamos que en 2023 ya pueda estar operativo, con lo que eso supondrá de mejora. Solo hay que tener en cuenta que vamos a pasar de 363 camas a más de 500, de las que el 75% serán individuales, lógicamente se ampliarán los servicios y recursos asistenciales que, además contarán con una tecnología muy innovadora. En definitiva, un avance cuantitativo que supondrá una gran mejora para todos los ciudadanos de la provincia.

¿Cómo ha encontrado la situación sanitaria de la provincia?

La sanidad ha tenido una sobrecarga importante con la pandemia, poco a poco hemos ido recuperando y en estos momentos prácticamente estamos trabajando con normalidad, aunque es verdad que aún tenemos que ir recuperando todo lo  que estos dos años han ocasionado de retrasos.

¿Cuáles son las principales necesidades que ha detectado durante estos días y qué le transmiten los profesionales?

Como comentaba antes, la pandemia no ha permitido desarrollar una actividad sanitaria normal y en este sentido lo que piden los profesionales es contar con recursos para poder llevar a cabo la actividad. Atendiendo a esta petición lo que se ha hecho ya es prorrogar los contratos de unos 500 profesionales en la provincia para que haya menos sobre carga asistencial sobre los profesionales.

Una de las protestas en activo en estos momentos es la del colectivo de Enfermería, que a nivel general ha iniciado movilizaciones ¿cómo está la situación en Cuenca y qué se está haciendo para mejorarla?

Estamos trabajando para disminuir la sobrecarga que hay en el colectivo, que conozco muy bien porque soy enfermera. Como decía, de momento ya se han ampliado los contratos, hasta finales de agosto, y vamos a seguir trabajando. Cualquier demanda del colectivo la tendremos en cuenta, la valoraremos e intentaremos solucionar los problemas que tienen.

La Atención Primaria sigue estando también  en el centro de protestas y también en la crítica política ¿Cómo está la situación en la provincia?

Es verdad que la Atención Primaria, sobre todo en determinadas zonas ha tenido una presión asistencial importante pero ahora está funcionando con normalidad. De hecho, también ha tenido refuerzo de personal de Enfermería para vacunación o hacer pruebas PCR, precisamente para que el funcionamiento se desarrolle con la mayor normalidad posible. Y para ello será, además, muy importante la mejora que gracias al convenio suscrito entre el Gobierno regional y la Diputación se realizará en los consultorios locales de la provincia.

¿En qué punto está el proyecto?

La verdad es que está muy avanzado. La próxima semana ya se conocerá la cuantía económica que se ha aprobado para cada una de las actuaciones que se van a desarrollar en la provincia. En total, gracias a este convenio se podrán mejorar una gran parte de los consultorios de la provincia. Concretamente se contemplan 1,4 millones de euros para la mejora de 125 consultorios locales. El 71% lo aporta la Junta de Comunidades y el resto la Diputación. Es un esfuerzo importante pero lo que queremos es que, independientemente de donde se viva, la ciudadanía tenga una sanidad de calidad. Esto es muy importante en una provincia como la nuestra, con poblaciones muy pequeñas y dispersas. Pero no solo son consultorios, también se van a hacer nuevos centros de salud en varios municipios para dar solución a las demandas vecinales, como es el caso de Mota del Cuervo, Horcajo de Santiago, Campillo de Altobuey o Carboneras de Guadazaón, entre otros.

Hablábamos antes de la pandemia y de la sobrecarga que ha supuesto para los profesionales sanitarios ¿Cómo ha cambiado la sanidad estos dos años de pandemia, y que cree que es lo que hay que seguir haciendo?

Si algo nos ha demostrado la pandemia es la importancia de la sanidad y lo importante que es cuidar la sanidad pública. Por eso uno de los objetivos prioritarios para el Gobierno regional es mantener y mejorar la sanidad pública. La necesitamos, y la necesitamos con los mejores recursos tanto personales, que ya los tenemos, como tecnológicos. De ahí que estemos mejorando y modernizando las infraestructuras. La pandemia nos ha demostrado la necesidad clara de contar con una buena sanidad pública.

En estos dos años de pandemia cuál ha sido su peor y mejor momento  como profesional de la Enfermería y como persona?

Como peor momento yo creo que vivimos muchos malos pero  al final la mente intenta ser práctica y olvidar. Quizás de los peores momentos fue ver que querías hacer más y no se podía. Esa es una espinita que nos ha quedado a todos los profesionales. Como mejor, yo soy práctica y me quedo con lo bueno, y lo bueno es que trabajamos muy unidos, juntos, con buen ambiente y que demostramos que los sanitarios son un colectivo muy preparado que está ahí para hacer frente a situaciones que a veces no son fáciles.

¿Cómo está en estos momentos la situación de la pandemia en la provincia?

Tenemos una cobertura de vacunación muy amplia, entre un 95 y 98 %  con pautas  de vacunación completas lo que ha hecho que le incidencia sea mucho menor.  Eso sí, esto no implica que debamos olvidarnos de la Covid, está ahí y hay que seguir manteniendo las medidas preventivas como es el uso de  mascarilla o las medidas higiénicas como el lavado de manos.