Negocios de pueblos en verano, ¿hacen su ‘agosto’?
Con el verano y el buen tiempo, muchos son los municipios que ven aumentado el número de vecinos.
Las fiestas patronales, actividades al aire libre, visitas a elementos turísticos, segundas viviendas o la vuelta a sus pueblos de origen.
Estos son algunos de los motivos que ocasionan un incremento en poblaciones que, en muchos casos, supone una acentuación que duplica o triplica el número de habitantes empadronados.
Sin duda un aumento que llena de vida las calles de muchas localidades y que para algunos negocios supone la diferencia entre estar abiertos o cerrar de manera definitiva.
Sergio Sánchez Usero, es propietario de la carnicería ‘Casa Catalino’ en Tragacete.
En este municipio de 268 habitantes, según las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE) en el año 2023, durante los meses de verano llega a incrementar su población a unas 1716 personas, tal y como indican los datos extraídos de la Encuesta de Infraestructura y Equipamientos Locales (EIEL).
En el año 2020, Sánchez reabrió la carnicería que sus padres tuvieron anteriormente coincidiendo con la época del Covid-19 en este municipio conquense tras cerrar la empresa en la que trabajaba.
Su objetivo, ofrecer este servicio en el pueblo al ser la única carnicería en el municipio y, prácticamente, de la zona.
Sánchez considera que su labor “ha sostenido mucho a que no se haya ido mucha gente mayor” del pueblo con la prestación que ofrece ya que entiende que esta población “depende mucho de estos negocios de los pueblos”.
Desde el mes de julio hasta finales de septiembre, es cuando tienen su “temporada alta”.
Normalmente, en este negocio está él solo y su mujer, que en sus ratos libres que se pasa a ayudarle en sus tareas.
Este verano con el aumento en la producción ha contratado a una chica para abastecer la demanda y también de manera circunstancial por enfermedad del padre de este emprendedor.
El dinero recaudado por el negocio de Sánchez supone “todo” ya que sentencia que “sin ese incremento de verano… nos extinguiríamos”. “Todo lo que depende de un pueblo pequeño vive de los meses de verano”, asegura.
Estos ingresos le permiten sufragar los gastos durante varios meses, pagar la luz, la cuota de autónomo, los gastos de la tienda y para comer ya que “no sacas más” dinero.
El incremento de la demanda estos meses es de hasta un 70%. Sánchez pasa de bajar de manera normal al matadero el resto del año una vez por semana a suministrarse de género, e incluso le “sobra furgoneta”, a realizar tres o cuatro viajes a la semana en estas fechas.
En el caso contrario, se encuentra Pedro Morales Álvarez, dueño de la ‘Posada Perico’ que lleva abierta en la localidad de Uclés 17 años. Para él, estas fechas no suponen un incremento esencial porque al estar en un sitio turístico suele tener afluencia durante todo el año.
Este municipio de 247 habitantes, según los datos del INE del año 2023, observa un incremento de la población mayor a 1200 habitantes, según datos de la EIEL.
Morales explica que en el mes de julio han tenido un 40% menos de actividad con respecto a otras temporadas y, aunque resalta que debido a estas fechas la clientela ha aumentado por cuatro, “el día a día del verano, no ha cambiado mucho este año”.
Para Sánchez, los meses de verano son esenciales, pero para este hostelero no: “el 50% de mi negocio lo hace el cliente que repite en mi establecimiento y el otro 50 lo hace el turismo”.
En su caso, Morales explica que, a pesar del aumento de población en verano, esta situación ya no le supone un beneficio esencial, aunque hace años sí.
Ahora comenta que “en un municipio de 250 habitantes no puedes subir -los precios- al mismo nivel de vida de la misma forma que deberías para tener un beneficio”, concluye.