La Taskilla de Cervantes: un bar adaptado al ritmo de la capital
En la céntrica calle Cervantes, zona obligada de paso para conquenses y visitantes, a finales de noviembre abrió sus puertas La Taskilla de Cervantes, un nuevo establecimiento hostelero puesto en marcha por Ana Saiz y Fernando Blanco, empresarios con más de 25 años de experiencia en el sector, que en este local proponen un modelo de bar diferente a lo que es habitual en Cuenca, un establecimiento acogedor y adaptado a las necesidades de cada persona.
Así, abierto de lunes a sábado, de ocho de la mañana a una de la madrugada, La Taskilla de Cervantes ofrece diferentes ofertas en función de cada hora del día, desde desayunos hasta cenas pasando por almuerzos, meriendas y comidas. Y lo hace a precios económicos, 2 euros por ejemplo el desayuno y 10 el menú diario. Para este último cuenta además con una carta muy variada y cuidadosamente elaborada, donde se pueden encontrar platos como el pulpo con setas o las hamburguesas de buey.
Al ser La Taskilla el único bar ubicado en una calle tan de paso, mucha gente se anima a parar en él unos minutos para tomarse un café, un vino o un refresco, y luego seguir su camino, lo que contribuye a que la clientela del local sea muy heterogénea, de todas las edades.
“Por el día vienen muchos trabajadores, gente de compras… Y, por las noches, a pesar de que ya han cerrado las tiendas de los alrededores, también está muy vivo”, cuenta Ana Saiz, que entre otros negocios lleva junto a su hermano las riendas del conocidísimo Mesón Jose de la calle San Francisco.
Decorado cuidadosamente, todo de madera, La Taskilla cuenta, entre otros adornos, con un vinilo con la cara del escritor Miguel de Cervantes, de cuya segunda parte de ‘El Quijote’ se cumple este año el 500 aniversario y al que el local rinde homenaje.
Además de contar con una amplia barra y varias mesas con sus respectivas sillas, hay que destacar la funcional y amplia entrada, techada y que funciona a modo de terraza con mesas elevadas en las que la gente puede sentarse a tomar algo y donde está permitido fumar.
A pesar de la situación de crisis económica, y de que son pocos los que se lanzan a la apertura de un nuevo negocio, Ana Saiz considera que este es un buen momento para invertir, aunque para ello tiene claro que es necesario ofrecer al cliente un valor añadido.
“Los tiempos son duros, pero hay que intentar hacer cosas diferentes, abrir negocios que no sean lo común, que marquen un punto de diferencia”, señala.