Con la implantación del decreto de aislamiento obligatorio el sector gastronómico se ha visto fuertemente afectado. La gran mayoria de establecimientos han cesado su actividad, pero en el caso del restaurante conquenes El Rincón Valenciano han decidio adaptar sus servicios para ayudar y acercar su menú diario a las personas más vulnerables.
Reparten a diario un menú que consta de primero, segundo y postre, "son raciones abundantes, está pensado para que sobretodo la personas mayore puedan usar el primero para comer y el segundo para la cena", destaca Javier Miotea. Tan solo es necesario contratar el servicio online a través de su web o por teléfono.
Desde el restaurante han establecido un menú semanal valorado por una nutricionista con un precio asequible de 60 euros semanales. Además, los clientes pueden seguir pidiendo cualquier plato de la carta, la única diferencia es que lo recibirán envasado en casa. El pago intentan que sea mediante tarjeta de crédito o recibo bancario en el caso de los clientes que no dispongan de la anterior. Evitan así cualquier contacto físico entre el repartidor y el consumidor; simplemente establecen un horario estimado de entrega, llaman al timbre y dejan la comida en la puerta del domicilio. Todos los envases son desechables y mantienen un estricto control para cumplir todas las nuevas medidas higiénicas para esquivar al coronavirus, además de las habituales.
"Hay ancianos que viven solos y queremos ayudarles en todo lo posible, así sus hijoss que viven fuera se quedan más tranquilos", comenta Miotea. Una entrega diaria que se establece también como una medida de control para verificar que todos los mayores se encuentran bien durante estos días en los que nadie puede visitarle.
Desde hoy mismo también empiezan a servir comida y cena a personas sin hogar en el Centro Joven. Por otro lado les han llegado propuestas sollidarias de personas que están dispuestas a donar dinero para que lleven comida a gente que lo necesite a través de la coordinación de Cruz Roja en Cuenca
A pesar de seguir adelante con el negocio han reducido la plantilla habitual de diez empleados a tan solo 4. El resto del personal está sujeto a un ERTE hasta que se normalice la situación. "Queremos ayudar y solo nos importa poder pagar los sueldos, no obtenemos beneficios", apostilla.
Un negocio que apuesta por seguir ejerciendo su profesión en favor de los conquenses más vulnerables, acercando la gastronomía casera a todos los hogares. Y es que, seguir disfrutando de los restaurante es posible.
