La Unión Balompédica Conquense firmó su primera victoria de la temporada en La Fuensanta, en un partido en el que la grada presentaba una entra de unos 1500 espectadores, que pudieron disfrutar de una gran victoria ante el Coria (2-0). Con la vuelta de Rober Gutierrez parece que ha vuelto la fe, el equipo como bloque y la chispa para vencer a los rivales en casa.
La Balompédica arrancó fuerte en La Fuensanta, arropada por el empuje de la peña, que se dejó notar desde el primer minuto. El choque comenzó con calma aparente, ambos equipos midiéndose y mostrando respeto, pero pronto quedó claro que el Conquense quería mandar. Líneas adelantadas, presión alta e intentando dominar el balón, aunque en la primera parte se pudo comprobar que queda trabajo por delate en ese aspecto. La receta de los blanquinegros para asfixiar al Coria funcionó porque apenas pudo desplegar su juego.
Los primeros intentos del Conquense llegaron por la banda izquierda, con Ale Sánchez buscando la espalda rival. Sin embargo, las internadas carecían de profundidad y el dominio se quedaba en la posesión. En los diez minutos iniciales, el conjunto extremeño no logró inquietar el área de Dani Atanes, mientras que los de Rober Gutiérrez incluso trataban de robar en campo contrario, pero tampoco generaban peligro real.
La primera acción peligrosa del Coria llegó en el 13’, con un pase de tacón que dejó al delantero visitante con opción de disparo, aunque Josiel apareció rápido para abortar la ocasión y poco después, Azurmendi se hizo daño en un despeje, aunque pudo reponerse sin mayor incidencia. Sin embargo, la jugada acabó con la primera amarilla del encuentro para el Coria tras las protestas.
Pasado el minuto 20, el Conquense bajó el ritmo y el Coria aprovechó para ganar algo de posesión y sensación de peligro, aunque el espejismo duró poco. Los blanquinegros recuperaron pronto las posiciones y el control del esferico, aunque sin transformar ese control en ocasiones claras. El partido se jugaba en el centro del campo y las llegadas a las áreas llegaban, sobre todo, a balón parado.
El tramo final de la primera mitad tuvo a la grada enchufada, con la sensación de que el gol podía llegar en cualquier momento. Sin embargo, fue el Coria quien probó fortuna con un disparo directo tras un error en la salida conquense, bien resuelto por Atanes.
El descanso llegó con 0-0 en el marcador: buenas sensaciones para los de Cuenca, pero también la evidencia de que queda trabajo por delante para afinar engranajes como equipo. La segunda parte arrancó con movimiento en el banquillo blanquinegro: Ale Sánchez dejó su sitio a Jesús Ares.
La reanudación trajo consigo la jugada que cambió el rumbo del partido. En el minuto 55, Marcos Bautista vio la segunda amarilla tras una dura entrada sobre Mario Rodríguez en el centro del campo. El Coria se quedó con diez y La Fuensanta lo celebró consciente de que se abría la puerta para el dominio blanquinegro.
El Conquense no tardó en aprovechar la superioridad numérica. Con más ritmo en la circulación y más verticalidad, el premio llegó en un saque de esquina: Isuskiza remató aplacer y a la escuadra para poner el 1-0.
El banquillo visitante reaccionó de inmediato, Raimundo Rosa movió piezas para intentar tapar huecos, pero el plan se vino abajo al instante. Apenas dos minutos después, Mario Rodríguez robó un balón en la frontal, encaró solo al portero y la cruzó con calidad al palo largo. Un golazo que firmaba el 2-0 y encendía todavía más a la grada.
La renta de dos goles pareció relajar por momentos a los de Rober Gutiérrez, que concedieron varios minutos de balón y confianza a un Coria herido, pero aún con ganas de dar guerra pese a la inferioridad. La tensión subió en el minuto 82 con una acción polémica: Jacobo Guzmán vio la roja directa por una jugada en la que un jugador del Coria pisó a Álvaro S. cuando estaba en el suelo.
Con dos expulsados, los visitantes se quedaban con nueve hombres sobre el césped y el panorama se ponía muy de cara para el Conquense. Paradójicamente, ese fue el tramo en el que el Coria más se acercó al área blanquinegra. Incluso Mba tuvo la opción de recortar distancias en el 91’, pero la zaga local supo cerrar con oficio y mantener la portería a cero.