Del recuerdo al rugido

Once años después, regresa a Cuenca una de las carreras automovilísticas más emblemáticas: la Subida a la Ciudad Encantada, que celebra su XXIV edición el próximo 6 de julio. Los amantes del motor están de enhorabuena, ya que la prueba organizada por el club Cuenca Motor 4x4 supone una gran oportunidad para los pilotos conquenses y también para los aficionados, que podrán ver bólidos que son auténticas joyas.
“Hace ya 10 años que empezamos a hacer el Rally TT Cuenca y económicamente para los pilotos es bastante costoso. Queríamos que los pilotos de Cuenca pudieran correr alguna prueba y tuvieran la posibilidad de empezar o participar en algo más económico, así que decidimos volver con esta prueba”, explica Javier Cifuentes, uno de los organizadores por parte del Cuenca Motor 4x4, quien se congratula de poder hacer realidad de nuevo esta carrera.
Según las previsiones, se espera una participación de entre 40 y 50 vehículos –el cupo máximo está fijado en 60–, una cifra bastante positiva para tener en cuenta que es una competición que regresa tras tantos años fuera del calendario. “La gente está animada, se nota también en redes sociales. Tanto público como participantes tenían ganas”, señala Cifuentes.
En la línea de salida habrá una parrilla “bastante variopinta y con un poquito de todo”: deportivos, barquetas, coches antiguos y clásicos que le dan un toque distinto a la prueba… los dos tipos de vehículos más habituales serán turismos y barquetas, diferenciados además por su cilindrada. Es una oportunidad magnífica para ver en movimiento a auténticas joyas del automovilismo que difícilmente se pueden ver rodar en otros sitios, lo que hace de la Subida a la Ciudad Encantada un reclamo tanto para expertos como para quienes se acerquen por primera vez a una prueba de este tipo.
Deportivos, turismos, clásicos, barquetas... en la parrilla de salida habrá auténticas joyas del automovilismo
Otro de los alicientes de la cita es que es puntuable para el Campeonato Castellano-Manchego de Tramo Cronometrado en Subida, así como para el Madrileño, lo que garantiza un notable nivel competitivo de pilotos que vendrán a firmar sus mejores tiempos. Sin embargo, de momento no se ha confirmado la presencia de grandes nombres de las antiguas subidas. “No hemos visto que se haya animado ninguna vieja gloria. Ojalá, pero es complicado. Empezar cuesta, pero a veces mantenerse lo es aún más: los costes han crecido mucho”, comenta Cifuentes, aludiendo a licencias, seguros y sistemas de seguridad obligatorios, algo que es claramente necesario.
RECORRIDO
El recorrido sí mantendrá parte de su esencia original: discurrirá por el Camino de San Isidro, con una longitud total de 3’150 kilómetros. Dará comienzo a las 9 de la mañana, con cortes de tráfico desde las 7 horas. La organización solicita al público que respete las indicaciones de seguridad y eviten zonas peligrosas. “Incidimos en que no se pongan detrás del quitamiedos, que, aunque parece que es una zona segura, para nada lo es. Y que eviten los lugares de escapatorias”, advierte Cifuentes, quien aconseja ponerse en algunas laderas con varios metros de altitud para disfrutar de la prueba con buenas vistas y con seguridad.
Con el motor ya arrancado, la cuenta atrás comienza para el regreso de esta mítica prueba. Cifuentes tiene claro que sobrevive “gracias a la afición que hay por el motor en Cuenca, que es alucinante”. La velocidad, el olor a gasolina y el eco de los motores en la hoz del Júcar ofrecerán todo un espectáculo automovilístico.