Srto. Ortega firma el diseño de la nueva indumentaria de La Verónica de El Salvador
La Real Antiquísima Ilustre y Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno (de El Salvador) encargó a la firma Srto. Ortega el diseño y la confección de una nueva indumentaria para la imagen de la Verónica el 30 de septiembre de 2023. Desde ese momento, el modisto conquense Eduardo Ortega junto a su equipo, integrado por Isabel García-C Vallbona y Camilo Triana, inició un proceso de documentación e investigación para estudiar las antiguas piezas del ajuar y la iconografía de La Verónica a lo largo de la historia, ya que esta figura no aparece en las Sagradas Escrituras y no hay referencias bíblicas en las que basarse para confeccionar el traje.
Por este motivo, estudiaron las referencias artísticas que, desde los primeros flamencos, durante el Renacimiento y el Barroco han plasmado en sus cuadros pintores como El Greco, Zurbarán, Bernardo Strozzi, Mattia Preti o Juan de Borgoña. Todos ellos coinciden en que el atributo más importante de esta imagen es el paño que sostiene con el rostro de Cristo. En las pinturas se aprecian los colores que utilizaban para la ropa de La Verónica entre los que destacan los tierra y rojizos, hasta las prendas enlutadas y de colores fríos como azules y verdes.
Otro de los acontecimientos clave que la firma Srto. Ortega ha tenido en cuenta a la hora de crear la nueva indumentaria de la Santa es el encargo de la primera talla de candelero realizada en España que hace Isabel de Valois, esposa de Felipe II, al artista Gaspar Becerra. Esa talla fue vestida de luto como una viuda de la corte de los Austrias y este estilo creó tendencia, de ahí que Las Dolorosas lucieran inicialmente el estilo de los Habsburgo. Únicamente bien entrado el siglo XIX se introdujeron algunos cambios al empezar a usarse prendas como la saya, manto y tocado.
Teniendo en cuenta esta base histórica, Eduardo Ortega tomó referencias del Renacimiento español para dar lugar al nuevo diseño que está compuesto de enagua, falda exterior e interior, corpiño y manto. “Ha sido un proceso largo y complicado, pero estamos muy contentos con el resultado”, reconoce.
La enagua, sencilla pero funcional, está confeccionada en tul rígido y seda color crema que proviene de la prestigiosa sastrería Gammarelli de Roma, la casa que desde 1798 sirve sus trabajos textiles a todos los Papas.
La falda, en seda salvaje color plata envejecida, sigue el patrón de la basquiña, la falda que usaban las mujeres españolas en ceremonias y actos religiosos desde el siglo XVI al XIX. Para conseguir el efecto de falda interior y exterior, se han unido las partes de seda color plata con una pieza frontal de un tejido de oro y sedas con brocados de Lion de finales del siglo XIX. Pieza que han extraído de una antigua capa pluvial que en el taller de Srto. Ortega deshicieron para confeccionar esta nueva prenda. A modo de remate, la falda lleva aplicado un encaje de 15 centímetros de ancho.
El corpiño, está compuesto por 13 cortes de tejido que se han entretelado para asemejar la forma del típico jubón del Renacimiento y el Barroco, al que se le han añadido unas haldetas que van rematadas con un estrecho encaje fino de Bruselas y todas las costuras han sido enriquecidas con agremanes de hilo de plata de origen italiano y francés del siglo XIX. Asimismo, las puñetas de las mangas y el cuello van rematados con encajes.
El manto ha sido pensado para ser una pieza versátil de manera que pueda ser empleado como chaleco, capa o saya con mangas acuchilladas de quita y pon. Para esta prenda se ha escogido un terciopelo de color verde pavo real oscuro y todo el interior va forrado de un brocado de seda de la casa Gammarelli de Roma. Como remate, un encaje en hilo de plata circunscribe toda la pieza.
Para terminar el conjunto se ha adquirido del anticuario sevillano de Jacobo Linde un chal egipcio de algodón con incrustaciones de láminas de plata que hará las funciones de velo.
Si bien, esta es la primera fase del proyecto ya que el diseño también contempla el bordado en plata del manto cuyo dibujo estaría inspirado en la rejería de la Catedral.
El trabajo de modistería ha llevado al equipo de Srto. Ortega cuatro meses y durante ese periodo han hecho cuatro pruebas. “Estoy acostumbrado a ver a La Verónica porque me he criado en El Salvador pero en esta ocasión todo ha sido muy distinto y a la vez muy satisfactorio”, explica. Las primeras veces dan vértigo pero Eduardo Ortega y su equipo han creado una indumentaria “muy digna” porque “en proyectos como este no vale cualquier tejido, no vale cualquier forma o silueta, hay que dar pasos firmes”, apostilla. Eso sí, la indumentaria lleva un detalle personal “casi inapreciable” que el equipo prefiere no desvelar. Lo que sí está claro es que la de este año será una Semana Santa muy especial para Eduardo, si la climatología lo permite.
