Pocas terrazas, eso sí con gente, en el primer día de la fase 1

Sillas y mesas amontonadas marcan el paisaje del centro de la ciudad en el arranque de la Fase 1 de la desescalada. Las previsiones finalmente se han cumplido y la gran mayoría de bares y restaurantes han optado en estos primeros compases del desconfinamiento por no abrir sus terrazas. La verdad es que el tiempo, tal y como se esperaba, tampoco ha ayudado y a la mañana nubosa se ha sumado algún chubasco que otro pasadas las 10:30 horas.

Pese a ello la actividad ha regresado a las calles. A los vehículos de reparto y los numerosos comercios abiertos, se sumaban a primera hora de la mañana bastantes conquenses que deambulaban de un lado para otro ofreciendo una imagen de nuestras calles muy cercana a la normalidad habitual, salvo por el detalle de la distancia social y las mascarillas.

Conquenses que, por cierto, no han dudado en acudir a las escasas terrazas que hoy han abierto en el centro de la capital. Y es que se podían contar con los dedos de la mano, puesto que tan solo han abierto tres, dos de ellas en Plaza de la Hispanidad —la Panadería-Cafetería Carralero y la Cafetería Monet— y una tercera en la calle San Francisco, la de Bar Fidel.

Tres puntos que se han convertido en lugar de encuentro de familiares y amigos que no han dudado en sentarse para disfrutar de un café, como hacía muchas semanas que no podían hacer. Fuencisla, por ejemplo, ha quedado esta mañana con Luz en la terraza del Monet para tomar un café, algo tan normal hasta hace dos meses, pero totalmente imposible hasta ahora.

“Estoy encantada de poder haber quedado con Luz para tomarnos un café y, por supuesto, ponernos al día después de tanto tiempo”, señala Fuencisla, al tiempo que destaca que lo ha podido hacer con total tranquilidad y normalidad.

A unos metros, en la terraza de Carralero, están Ángel, José Ángel y Ana, que también disfrutan de un sabroso café. “Es la hora y es lo que toca, por fin”, dice Ángel, quien confiesa que “tenía muchas ganas de hacer algo tan cotidiano como esto”. El tiempo no está acompañando, pero eso no ha sido inconveniente para “pasar un rato charlando en buena compañía y al aire libre, una maravilla”.

Raquel, camarera de la Panadería-Cafetería Carralero, se muestra sorprendida por la respuesta de la gente: “Desde las siete de la mañana no hemos parado. La gente no ha dejado de acercarse a desayunar en la terraza, tan solo ha habido un pequeño parón cuando ha llovido, pero al rato todo ha vuelto a estar lleno”. No es de extrañar que se muestre muy contenta en este arranque del desconfinamiento, esperando que esto sea pronto lo habitual.

Más allá de estas tres terrazas, el panorama en el centro de la ciudad nada tiene que ver. Los bares y restaurantes en zonas como Carretería, Parque San Julián, la Puerta de Valencia, Plaza de España o, incluso, Plaza Mayor han preferido esperarse por el momento y han mantenido sus sillas y mesas amontonadas a la espera de que la normalidad se vaya abriendo paso y todo quede en un recuerdo, como si de una pesadilla se tratara. No obstante, se espera que según vaya transcurriendo la jornada, cada vez sean más los establecimientos que monten su terraza y reciban de nuevo a sus clientes.