El Martillo cierra sus puertas después de 35 años
El comercio conquense pierde otro histórico. La Ferretería El Martillo, ubicada en el corazón de la capital, cierra sus puertas tras 35 años de actividad.
La tienda, ubicada en la Plaza de la Constitución, abría sus puertas en 1986, año en el que Valentín de las Heras compró el local, aunque ya llevaba funcionando desde 1933 a cargo de otros dueños. Por el negocio han pasado sus tres hijos, Esteban, Valentín y Sara quienes juntos han remado contra viento y marea para ofrecer siempre el mejor servicio y la mejor calidad a todo aquel que ha cruzado el umbral de la puerta para comprar desde artículos de ferretería, caza y pesca hasta iluminación.
En esta última etapa, con Esteban y Sara al frente, se han sucedido cambios en los hábitos de consumo, han aparecido los grandes gigantes del comercio online y, por si fuera poco, en este último, año la pandemia ha hecho mella en este negocio familiar hasta el punto de hacerlo inviable económicamente. “Tuvimos que llegar a poner dinero para mantener nuestro negocio abierto”, recuerdan.
Además, en las últimas décadas se ha implantado la cultura del ‘usar y tirar’, pero “nosotros siempre hemos intentado que si alguien compraba un hacha, una estufa o unas tijeras les durasen para toda la vida, porque lo más importante siempre ha sido ofrecer la mejor calidad en nuestros productos y por ello hemos trabajado con grandes marcas de referencia en el sector”, explican.
Por estos motivos, se han visto avocados al cierre sin remedio, no sin antes sopesar y meditar la decisión con calma porque “es difícil decir adiós a todo esto y, sobretodo, a nuestros clientes”.
Parroquianos que siempre se ha mantenido fieles al negocio, hasta el punto de que los artículos que inundan las paredes de este establecimiento han sido testigos de las amistades que se han fraguado bajo su techo.
Un gran escaparete que recorre todas las paredes y que parece haberse quedado congelado en el tiempo y que, sin duda, desprenden historia y tradición.
Por su parte, el fundador, Valentín de las Heras, ya retirado, ha recibido la noticia de mano de sus hijos con tristeza, aunque “nos vamos contentos por todo lo que hemos conseguido en todos estos años”, aseguran.
Ahora, solo les queda empezar de cero, con ilusión y ganas, aunque todavía no saben por qué derroteros les llevará la vida.
A partir de ahora comienza la cuenta atrás ya que han colgado el cartel de ‘Liquidación total’ en su escaparate y con ayuda de grandes descuentos y ofertas esperan dar salida a los miles de artículos que almacenan en sus instalaciones.
Con estos pequeños guiños en los precios también quieren premiar la fidelidad de los clientes al tiempo que pretenden incentivar la venta durante los últimos días de trabajo.
Atrás quedaron los recorridos a lo largo y ancho de la provincia cargados de género para distribuir por los municipios o las abundantes ventas al pormayor. Sin embargo, Esteban, Sara y su padre bajarán la persiana de Ferretería El Martillo cargados de recuerdos, momentos especiales y cariño, porque si algo les han demostrado sus clientes es eso.
Treinta y cinco años de incansable actividad que les harán entrar en ese ranking no escrito de negocios históricos que quedarán grabados para siempre en la memoria de los conquenses.
