La mayoría de colegios públicos de la capital pierde alumnos

Hay una demanda sin coste económico que los sindicatos hacen al Gobierno regional: suprimir la denominada zona única de escolarización a la hora de elegir el centro educativo que puso en marcha el anterior gobierno presidido por María Dolores de Cospedal, un sistema que no tiene en cuenta el criterio de la proximidad con respecto al domicilio y al trabajo de los padres a la hora de asignar las plazas, como ocurría hasta la pasada legislatura, y que para los sindicatos propiciaba una más lógica distribución del alumnado.
Los sindicatos consideran que el nuevo sistema favorece “la competencia entre centros” y ya está teniendo consecuencias en los colegios e institutos de la capital, al haber incrementado algunos su demanda y otros perderla. Y temen que con el tiempo esto pueda ir a más, creándose “tendencias” que lleven a que la ciudadanía acuda a determinados colegios e institutos en detrimento de otros por el “efecto dominó”: simplemente porque la demanda, por lo que sea, aumente “o se haya corrido la voz de que un colegio es mejor que otro”, cuando en realidad, según hacen hincapié, “todas las escuelas públicas son iguales”, pues entre otras cosas los maestros y profesores son contratados siguiendo el mismo y duro proceso de oposiciones.
Si se compara la matriculación registrada en algunos centros de la capital en el curso 2011/2012, justo antes de que el anterior gobierno aprobara la zona única, y el actual, CCOO advierte de que se ha producido una “masificación” en el colegio de Isaac Albéniz, que ha pasado de sumar 149 alumnos tres cursos atrás a 190 en el actual, 41 más.
Bien es cierto que este colegio está ubicado en el barrio de Villa Román, el que más ha crecido en habitantes en los últimos años, una zona donde también ha registrado una importante subida el Hermanos Valdés, que ha pasado de 446 a 470 alumnos (+24). Pero los sindicatos advierten de que en cambio ha perdido alumnos otro colegio próximo, el Ciudad Encantada, que ha pasado de 432 a 420 (-12), por lo que entienden que el Albéniz es ahora mismo el centro “con más tirón” tanto por su reciente creación como por haber sido pionero en la puesta en marcha del plan de bilingüismo.
En la situación opuesta al Albéniz se encuentra el Colegio Público San Julián, que de 157 alumnos ha pasado a 57, un centenar de matriculados menos. En Infantil, por ejemplo, de 37 se ha quedado en 15, lo que hace que, en lugar de los tres cursos tradicionales de Infantil, haya una única unidad en la que están agrupados todos los alumnos, al modo de las escuelas rurales, una situación que, según advierten, puede ser “la pescadilla que se muerde la cola”, al echar para atrás a los padres que pudieran pensar en este centro para sus hijos en cursos venideros.
La zona centro tampoco se libra de esta caída del alumnado, pues el Santa Teresa ha pasado de 385 a 328 alumnos (-57 alumnos), el Federico Muelas de 182 a 144 alumnos (-38) y el Fray Luis de León de 222 a 193 (-29).
Los otros colegios que han bajado en matriculación son El Carmen, de 214 a 189 (-25), San Fernando, de 455 a 430 (-25), La Paz, de 427 a 411 (-16), Casablanca, de 213 a 198 (-15), Santa Ana, de 421 a 409 (-12) y, mínimamente, Ramón y Cajal, de 198 a 197 (-1).
En cambio, junto al Albéniz y el Hermanos Valdés ha subido el de Fuente del Oro, de 422 a 438 (+16). Y también los tres centros concertados de la capital: la Sagrada Familia ha crecido en 24, el Santa María de la Expectación en 19 y La Milagrosa en 7.
Educación Secundaria
En el caso de los institutos, entre los que han ganado alumnos se encuentran el Alfonso VIII (de 614 ha pasado a 694, 81 más), el Hervás y Panduro (de 451 a 565, +34) y el Santiago Grisolía (de 509 a 512, +3), mientras que han perdido el Pedro Mercedes (de 743 a 696, -47) y el San José (de 519 a 484, -35).
Preocupación
Aunque, junto a la zona única, en todos estos datos pueden influir factores como los nuevos nacimientos y la expansión de Cuenca por zonas como la citada Villa Román o Las Cañadillas, los sindicatos temen que en el medio y largo plazo las concentraciones de alumnos en unos centros en detrimento de otros puedan ir a más de continuarse un sistema que tachan de “elitista”, y que advierten que podría desembocar en el cierre de unidades y, con ello, poner contra las cuerdas el futuro de determinados centros.
“Cuando dejas la libre elección es muy difícil que todo encaje bien, que haya equilibrio”, señalan en UGT, mientras que en CCOO consideran que “lo que buscaba con esta medida el Gobierno de Cospedal era deteriorar los centros hasta cerrarlos, algo que hay que frenar”.
Nueva regulación
A este respecto, la consejera de Educación, Reyes Estévez, abogó el pasado jueves en las Cortes por trabajar para que todos los centros sean susceptibles de ser elegidos por una familia “por su calidad, su oferta educativa, sus niveles de cohesión y convivencia; así como por su capacidad de innovar y las garantías de aprendizaje”. Con este fin, reconoció que “es necesaria una regulación eficaz de todo el proceso, no solo en el de admisión, sino también en el de enseñanza”.