“Siempre seré la voz de Laura hasta el último día de mi vida”

Una década después del doble crimen que conmocionó a Cuenca y a toda España, el dolor sigue intacto para María Chamón, madre de Laura, que vive cada día con la ausencia de su hija. “Diez años después es como si fuera ayer”, asegura en una entrevista con Las Noticias de Cuenca.
Aunque reconoce que “nunca estaré bien”, en estos diez años ha aprendido a vivir con el vacío que le dejó Laura. “Me arrebataron a mi hija, lo más hermoso que una madre puede tener, y jamás vuelves a ser la misma persona”, subraya.
Laura tenía en el momento de los hechos 24 años, muchos sueños, y una vida por delante. “Quería ser peluquera, adoraba el mar y estaba profundamente unida a su familia”, recuerda María, lamentando que todos los planes que tenía en su cabeza nunca se han cumplido “porque un asesino criminal decidió matarla sin razón”.
“Hoy sería una gran peluquera, una buena hija, una buena tía, una buena hermana, muy amiga de sus amigas… Era una persona que con poco ya era feliz, pero todas sus ilusiones, sus proyectos, se las arrebató por culpa de ese asesino criminal”, enfatiza María.
Además, la madre de Laura recuerda con nitidez los momentos que su hija se ha perdido de forma física: el prime día de colegio de su sobrina, su primera comunión, la boda de su hermana Sonia, etcétera. “Ese día su silla estaba allí, vacía, pero su presencia se notaba en cada rincón”, rememora con la voz quebrada por la emoción.
INDIGNACIÓN
La madre de Laura no oculta su indignación ante la situación actual del asesino. “Está en una cárcel con piscina, gimnasio y todos los privilegios, donde cada día ve la luz del sol, pero mi Laura no la volverá a ver jamás”.
El paso del tiempo no ha aliviado su dolor, y sí ha incrementado su frustración con la justicia. “Lo único que quiero es que se pudra en la cárcel, que no salga nunca, y no entiendo cómo un ser que cometió semejante atrocidad pueda tener derechos”, asegura, y a su juicio, el asesino “debería estar encerrado de por vida, sin privilegios ni trato humano, porque no se lo merece”.
Por eso, no duda ni un segundo en reclamar una modificación del Código Penal. “Desde hace diez años mira las mujeres que van muertas, y lo único que hace la Justicia es meterles en la cárcel”, detalla María. Así, asegura que “ya no nos sirve un minuto de silencio ni banderas a media asta, tampoco las concentraciones, porque siguen y siguen, y esto tiene que cambiar”.
De este modo, la reforma que propone María Chamón está primero en la función de la cárcel. “Se vive muy bien, él está a cuerpo de rey, va su madre a verlo, y yo a mi hija nunca más la podré ver, solo tengo una tumba”, lamenta.
“Es como el marido de mi amiga Ruth Ortiz, el Bretón, que ahora quiere hacer un libro a costa del dolor de la madre. Deberían de haberle quemado a él en una hoguera y no hacer negocio con el dolor de una madre a la que le quitaron sus dos hijos”.
No duda en asegurar que “los asesinos viven mejor que muchas personas honradas”, y que tengan visibilidad mediática “es una auténtica vergüenza”. “Yo pediría la cadena perpetua real, y ojalá la pena de muerte. Sé que n ova a pasar, pero es lo que siento”.

EL JUICIO, OTRO GOLPE
En octubre de 2017 se juzgaban los hechos en la Audiencia Provincial de Cuenca, y ahí la familia de Laura tuvo que afrontar el juicio con sus propios medios, incluso económicos. “Ganamos con un gran jurado popular, pero tuvimos que pagar las tasas del juicio, al Luis Felipe Valero, el gran abogado que tuvimos, todo. Es otra injusticia, y nadie nos ha dado nada. Sólo queríamos justicia”.
APOYOS Y AGRADECIMIENTOS
A lo largo de estos diez años, María ha sentido el cariño de Cuenca, de las instituciones y de empresas, de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del estado y hasta de ciudadanos anónimos. “Durante esos días, Cuenca entera se volcó con nosotros, y nunca tendrá palabras para agradecer tanto amor. Con los años hubo el homenaje en el Paseo del Huécar, un lugar que para mi Laura era muy especial”.
A nivel personal, María nunca tendrá palabras de agradecimiento a los medios de comunicación, “que siempre me han tratado con muchísimo respeto”, y también a nivel particular tiene palabras de agradecimiento al actual comisario Paco Sánchez, que fue el encargado de llevar la investigación policial hace diez años. También se acuerda especialmente de Antonio Laguna, comisario en 2015, o de Fernando Montes, teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca hace una década.
También tiene contacto Emiliano García-Page, el padre Ángel e incluso con sus majestades Felipe VI y Doña Letizia. “Cada vez que vienen a la capital, desde Casa Real me llaman porque los reyes me quieren recibir”, detalla. “Esos apoyos y esas muestras de cariño te dan aliento, aunque nada llena el vacío”.
“VIVO POR ELLA”
María Chamón visita cada fin de semana la tumba de Laura. Se sienta con ella, le habla y la abraza a través de las fotos. “No sé si me oye, pero quiero que me vea luchadora y que sigo adelante, porque seré su voz hasta el final de mis días”.
“Sé lo duro que es enterrar a un hijo, pero tenemos que seguir. No por nosotras, sino por ellos. Yo vivo por mi hija y viviré por ella hasta que Dios me llame”, concluye María Chamón, quien en cada momento de su vida y en cada lugar que visita siempre tiene a Laura presente.