El germen del actual Campus de Cuenca cumple medio siglo

El 22 de diciembre de 1972 a Cuenca le tocó la lotería, nunca mejor dicho, pues echó a andar el Colegio Universitario ‘Cardenal Gil de Albornoz’, el germen del actual Campus Universitario que marcó un antes y un después en el desarrollo de la historia de la ciudad y la provincia. Un hito del que en este 2022 se cumplen cincuenca años.
En aquella época, si un conquense quería estudiar en la universidad debía marcharse a Madrid para conseguirlo pero, tras establecerse un convenio entre el Colegio Universitario ‘Cardenal Gil de Albornoz’ y la Autónoma, los estudios superiores se abrieron camino en la capital conquense. “Era la fórmula perfecta para que la gente no tuviera que marcharse fuera para continuar su formación”, apunta César Sánchez Meléndez, vicerrector de Cultura, Deporte y Responsabilidad Social de la Universidad de Castilla-La Mancha.
ESTUDIOS
Así, en un primer momento, los jóvenes interesados podían matricularse en dos secciones: Derecho o Filología y Letras que ésta, a su vez, incluía formación en Geografía e Historia y Filología. En este sentido, el convenio suscrito permitía cursar en Cuenca los tres primeros ciclos y los dos últimos cursos debían hacerlos en la capital de España.
Todo un avance que no hubiera sido posible sin el apoyo económico del Ayuntamiento, la Diputación, el Ministerio de Educación y Ciencia, la Cámara de Comercio, el Gobernador Civil, el Procurador de las Cortes, la Caja de Ahorros de Castilla o los sindicatos de aquella época pues eran ellos quienes aportaban el dinero necesario para pagar a la plantilla de profesores. “El primer presupuesto fue de 4,8 millones de pesetas y llama la atención que diez años más tarde asciende hasta los 38 millones de pesetas”, recalca Sánchez Meléndez.
Si bien, no todo fue perfecto porque “tal y como reflejan las actas, los estudios de derecho se afianzaron rápidamente pero a los patronos les preocupaba impulsar los de Filología, que en un primer momento no funcionaron tan bien”, señala el vicerrector.

TRANSICIÓN
Sin embargo, el balance general era más que positivo y, finalmente, en 1985 el Patronato ‘Gil de Albornoz’ rescindió el convenio con la Universidad Autónoma de Madrid para pasar a formar parte de la Universidad castellanomanchega. “A los patronos les preocupaba cómo afrontar esa transición y los cambios administrativos que suponía pero supieron resolverlo muy bien”, señala César Sánchez Meléndez.
A partir de entonces, comenzó a gestarse el actual Campus Universitario de Cuenca y la función del Patronato quedó reservada a fomentar los estudios superiores en la ciudad.
ANIVERSARIO
Para conmemorar el aniversario de la creación de éste órgano, desde el Vicerrectorado quieren digitalizar todas las actas del Colegio Universitario y Posterior Patronato para que puedan ser consultadas en su página web. Por otro lado, desean reeditar junto a la Universidad Autónoma el libro que se publicó en 1982 con motivo del décimo aniversario del Colegio y publicar un nuevo ejemplar en el que se verá reflejada la historia de estos cincuenta años de andadura.
Promocionar la cultura y otorgar becas, entre las funciones del Patronato ‘Gil de Albornoz’
El Patronato Universitario ‘Cardenal Gil de Albornoz’ mantiene en la actualidad el mismo espíritu que hace 50 años. Concretamente, se centra en fomentar y promover la formación universitaria en todos sus ámbitos apoyando principalmente la actividad extraacadémica del Campus Universitario.
En este sentido, el Patronato ‘Cardenal Gil de Albornoz’ promueve y patrocina la realización de múltiples actividades y acciones a favor de la investigación y el desarrollo de las distintas ramas de la ciencia y el saber en nuestro Campus, consolidando una realidad que se traslada directamente en beneficios para los estudiantes, para la ciudad y provincia de Cuenca, para la universidad y, en fin, para el conjunto de la sociedad.
Además, se conceden becas para que los alumnos y alumnas desarrollen investigaciones, promueven exposiciones y eventos culturales de todo tipo y, como novedad, desde hace dos años se premia a los cuatro alumnos con mejores notas de la EvAU que han apostado por estudiar en Cuenca. “A final de curso se le hace entrega de un cheque de 1.000 euros con el objetivo de premiar su trabajo y retener el talento”, señala César Sánchez Meléndez, vicerrector de Cultura, Deporte y Responsabilidad Social de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Actualmente, la Presidencia del Patronato recae en el Ayuntamiento de Cuenca, el vicerrector de la Universidad de Castilla-La Mancha es el presidente Ejecutivo y la Diputación es el tercer patrono que forma parte de este órgano.
Entre ambas instituciones aportan el presupuesto necesario para el desarrollo de las actividades que promueven y este año el montante total ha alcanzado los 100.000 euros.
