Mientras Andrea termina de ensamblar las piezas de un taburete que ella misma ha creado desde cero, Iván barniza unos listones de madera bajo la supervisión de los profesores. Esta es la actividad diaria en las clases del Ciclo Formativo de Grado Medio en Instalación y Amueblamiento que se imparte en el IES Pedro Mercedes de la capital conquense.
Enmarcado en la Familia Profesional de Madera y Mueble, estos estudios son un ejemplo del éxito de la Formación Profesional puesto que es de los pocos en la provincia en conseguir una tasa de empleabilidad del 100%, según han confirmado desde la Consejería de Educación, Cultura y Deporte a Las Noticias.
También dentro de la rama de la madera está el Ciclo Formativo de Grado Básico de Carpintería y Mueble, igualmente con un gran porcentaje de inserción laboral, aunque no tanto como el primero.
Entre ambos suman una treintena de alumnos de los que dos son chicas. “De alguna manera los oficios relacionados con la construcción expulsan a las chicas, pero aquí estamos abiertos a recibirlas, de hecho, aunque no en todos los cursos, hemos tenido alumnas. Las mujeres son muy buenas en operaciones meticulosas de fabricación y son mucho más creativas que los chicos”, apuntan Alberto Torralba, jefe de departamento de Madera y Mueble, y Enrique Castiblanque, profesor del Grado Medio.
Pero bien, centrándonos en el Grado Medio en Instalación y Amueblamiento, la formación es tanto teórica como práctica e incluye prácticas en empresas. El objetivo es que el alumnado, una vez concluya sus estudios, sepa instalar elementos de carpintería mediante planos, aunque también aprenden a fabricar.
Y es que, saber montar esas estructuras es lo que más se demanda actualmente. Y es que, un gran número de profesionales de esta rama se está jubilando y hace falta relevo generacional. “Los jóvenes no quieren aprender un oficio porque requiere de técnica y constancia. Hace falta mano de obra y quien termina sus estudios se coloca en una empresa”, subrayan los docentes.
Pueden trabajar en carpintería y ebanistería, o en empresas relacionadas con el diseño de interiores y construcciones de madera. “Hay un amplio abanico de empresas relacionadas con la madera y va a llegar un momento que todo va a ser prefabricado y únicamente habrá que montarlo. Es la evolución lógica que tiene, por ejemplo, la construcción porque la albañilería tradicional está desapareciendo por la falta de aprendices y ciclos formativos. Eso a nosotros nos beneficia porque la construcción va a ir muy ligada al ámbito de la carpintería”, cuenta el jefe de departamento.
Eso sí, para continuar formando a los jóvenes de la mejor manera posible, la Familia Profesional de Madera y Mueble del IES Pedro Mercedes necesita ampliar sus instalaciones. “Tenemos un centro de mecanizado comprado que vale mucho dinero, pero está completamente en desuso porque no tenemos dónde colocarlo”, refieren. Si bien, hace años ya hubo varios proyectos sobre la mesa para tratar de ampliar el centro, incluso se barajó la posibilidad de trasladarlo, aunque nunca se ha llegado a ejecutar ninguno.
El periodo extraordinario de matriculación se abrirá entre el 2 y el 5 de septiembre
El periodo ordinario de matriculación ya ha concluído, pero aquellos interesados en cursar alguno de estos dos ciclos de Formación Profesional pueden hacerlo en el periodo extraordinario que se abrirá entre el 2 y el 5 de septiembre. “Llevamos unos años en los que la FP está de moda, se ha puesto en valor, pero aquí eso no se ha traducido en mayor número de alumnos”, cuentan los profesores.
Y que mejor manera para animar a otros jóvenes a cursar estos ciclos formativos que contar con la experiencia de sus compañeros. Andrea Szentguorgui, alumna de Carpintería y Mueble ha descubierto que quiere dedicarse a la ebanistería. Es más, una vez termine el Grado Básico baraja la posibiliadd de seguir formándose e incluso le gustaría abrir su propio negocio. “Me gusta fabricar cosas con mis propias manos y en un futuro me gustaría enfocarme a la restauración. Estoy muy contenta de haber apostado por esto”, dice.
Del mismo modo, Alejandro Page se ha encontrado “con un curso bastante interesante en el que he aprendido mucho”.
Por último, Ivan Rodríguez, encontró en la FP su sitio en 2016, pero por motivos personales abandonó el curso porque necesitaba trabajar. Ahora, nueve años más tarde ha retomado sus etudios y tiene claro que quiere dedicarse a la fabricación de muebles y otros objetos como juguetes para niños. “Quiero crear piezas que tengan mi sello, con diseños propios que destaquen”, dice.
Los oficios tradicionales son más que necesarios, solo hacen falta jóvenes como Andrea, Alejandro e Iván, entusiastas y dispuestos a aprender.