Un año más, Cuenca ha cumplido con una de sus tradiciones más arraigadas: la visita al cementerio municipal del Santísimo Cristo del Perdón en el Día de Todos los Santos. Desde primera hora de la mañana, un incesante ir y venir de coches y autobuses ha marcado el pulso de una jornada festiva dedicada al recuerdo y a la memoria de los seres queridos.
El cielo de Cuenca, aunque en ocasiones cubierto de nubes y con algo de viento, ha acompañado a los cientos de ciudadanos que han acudido al cementerio cargados de ramos y centros de flores para decorar, limpiar y poner a punto las lápidas familiares. No ha llovido en ningún momento, y eso ha permitido que las visitas se hayan desarrollado con total normalidad, entre conversaciones en voz baja, oraciones y silencios.
Las calles del camposanto han lucido hoy con los colores otoñales propios de la estación, aunque, como viene siendo habitual entre los conquenses, los claveles, las rosas y los gladiolos, han sido las flores preferidas en este importante día para el recuerdo.
El de hoy ha sido, sobre todo, una jornada de recuerdo, tradición y devoción. “Vengo mucho al cementerio porque me gusta, casi todos los domingos por la tarde vengo sola en el autobús, pero en este día de Todos los Santos tampoco se puede faltar a la cita”, nos explica Margarita, mientras se afana en limpiar cada una de las letras que completan los nombres de sus difuntos.
Como Margarita, cientos de familias se han reencontrado hoy en el cementerio de Cuenca con los recuerdos y la memoria de quienes ya no están con nosotros.
El cementerio municipal estará abierto este sábado de forma ininterrumpida hasta las 18:00 horas y mañana domingo, desde las 09:00 a las 18:00 horas.
