Es noticia en Cuenca: Obispado de Cuenca Gustavo Torner Estudiantes Ayuda social Centro de Estudios Penitenciarios Partido Popular Accidente Limpieza integral de barrios Guardia Civil

El colectivo LGTBI conquense ya tiene asociación: Frente Rainbow

Está formada por jóvenes de menos de treinta años que consideran que era necesario crear “un espacio seguro para todo el que sea LGTBI, donde todos se vean aceptados sea cual sea su sexualidad”
El colectivo LGTBI conquense ya tiene asociación: Frente Rainbow
01/07/2017 - Gorka Díez
El miércoles 28 de junio, coincidiendo con el Día del Orgullo LGTBI, el colectivo celebró su primera concentración reivindicativa

Hubo un intento, hace un par de años, de crear en Cuenca un colectivo en defensa de los derechos del colectivo LGTBI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales). Se hacían llamar Causas Colgadas pero se limitaron a enviar mensajes de apoyo al colectivo a través de las redes sociales, sin nunca llegar a dar la cara. Las Noticias les entrevistó en una ocasión a través de un cuestionario vía email pero sin que en ningún momento nos fuera revelado el nombre de alguno de sus componentes. Un buen ejemplo de lo mucho que a las personas homosexuales, lesbianas, transexuales o bisexuales les cuesta decir en público que lo son, dar el paso que se conoce popularmente como ‘salir del armario’.

Pero este año ha ocurrido, por fin, que un grupo de unas veinte personas no heterosexuales de la provincia, todos ellos jóvenes o adolescentes, ha dado el paso de constituirse como colectivo y celebrar, con motivo del Día Internacional del Orgullo LGTBI que tuvo lugar el miércoles 28 de junio, la primera gran concentración reivindicativa que ha acogido la capital, la cual congregó a más de doscientos conquenses que corearon proclamas como la reivindicativa ‘No desfilamos, nos manifestamos’ o la más atrevida ‘Mi peluquera también es tortillera’.

El colectivo, de nombre Frente Rainbow, se creó porque, según cuenta una de sus promotoras, que no obstante prefiere no dar su nombre por el que dirá su familia (otro ejemplo de los condicionantes que impiden a estas personas asumir públicamente su condición) consideraban que era necesario que Cuenca contara con “un espacio seguro para todo el que sea LGTBI, donde todos se vean aceptados sea cual sea su género o su sexualidad, y creíamos que teníamos que ser la propia gente LGTBI las que decidiéramos adónde llevar nuestra propia lucha, ver dónde somos más vulnerables”.

LOS LGTBI, EXISTEN

Porque, lo que está claro, es que en Cuenca, tanto en la capital como en los pueblos más pequeños, “existía y existe gente LGTBI, porque es algo totalmente natural, pero lo que hasta ahora no había es un colectivo que les agrupara”, de modo que se trata de crear una especie de plataforma en la que “hablemos entre nosotros y se organicen charlas con el fin de intentar mejorar nuestra calidad de vida, intentar visibilizar que del armario se puede salir y, a partir de ahí, vivir una vida mejor”.

En paralelo a ello, otro objetivo es intentar que el resto de la sociedad acepte sin reservas toda opción sexual, para lo que consideran fundamental “estar bien informados, porque la gente informada es mucho más difícil que oprima”. No en vano, pese a que este 3 de julio se cumplirán nada menos que doce años desde la aprobación del matrimonio homosexual en España, siguen escuchándose bromas a costa de este colectivo, dando la impresión de que en este caso las leyes van por delante de la aceptación social. “Mucha gente piensa que como el matrimonio se aprobó hace ya más de diez años ya no hay nada más que hacer y hasta nos echan la bronca por querer hacer algo más, pero, aunque es verdad que el colectivo ha avanzado mucho en derechos, siempre se puede hacer más, no hemos llegado a un punto ni mucho menos ideal y muchas personas siguen teniendo problemas. Falta que se nos tenga respeto en todos lados”, claman.

Por ejemplo, todavía hay padres que no aceptan que sus hijas sean gays o lesbianas. O hijos que como saben que sus padres no lo aceptarán su condición o les costaría mucho aceptarlo no se atreven a contárselo. “Incluso, aunque son casos extremos, hay gente que sufre el peligro de que sus padres le echen de casa”.

En el caso de la escuela, también hay avances pero sigue habiendo el típico marginamiento, cuando no “acoso sistemático, tanto verbal como físico”, hacia quienes son homosexuales o, simplemente, puedan parecerlo. “Todo empieza en el cole, donde nos inculcan una mentalidad ciertamente homófoba”.

Y tampoco las empresas son muy abiertas a la diversidad, según este colectivo: salir del armario en ellas puede conllevar, cuando no el despido, cierto arrinconamiento o molestas habladurías a la espalda.

Y a ello hay que añadir la calle, “que a lo mejor en Cuenca no, pero en ciudades grandes como Madrid, aparentemente más abiertas, hay gente que recibe palizas”.

Quienes están en peor situación son los transexuales, con más dificultades para cambiar de sexo y ser aceptados. “Hacen falta leyes que lo regulen para que la sociedad avance”, advierten.

Estas y otras razones hacen que siga habiendo mucha gente LGTBI en el armario, del que “no se atreven a salir porque no les viene nada bien escolarmente o laboralmente hablando: saben que las consecuencias malas pueden ser mayores que las buenas”.

Pero, pese a esta realidad, Frente Rainbow confía sumar nuevas voces a su colectivo y que esta sea lo más representativo posible de la sociedad conquense para, entre todos, conseguir que no quede nadie dentro del armario viviendo una mentira por el miedo al qué dirán.