Decoración navideña alternativa para atraer visitantes al barrio de San Antón
San Antón, un barrio cuyos vecinos están contribuyendo a dinamizar con acciones sociales y culturales que buscan dejar definitivamente atrás la etiqueta de zona estigmatizada, celebra por tercer año consecutivo la Navidad con adornos imaginativos y “diferentes” elaborados por el escultor y presidente de la asociación vecinal, José Luis Martínez Gómez, que dan la bienvenida a los ciudadanos que se acerquen por este distrito ubicado junto al río Júcar.
Esta decoración alternativa a la tradicional cuenta con un árbol navideño y un Papa Nöel confeccionados con material de reciclaje, especialmente abundantes latas –en torno a 700– tanto de cerveza como de refrescos.
estas esculturas hay que sumar las imágenes de un belén ubicadas en lo alto del monte que se pueden contemplar incluso desde la distancia.
“Lo que buscamos es dar color al barrio para que la gente vea lo que hacemos y entre en él, que no se limite a pasar por el puente, porque contamos con unos miradores preciosos que merecen la pena conocerse”, dice Martínez.
Este escultor destaca el hecho de que esta decoración, instalada el pasado fin de semana, es realidad gracias exclusivamente a los vecinos (los bares por ejemplo han colaborado con los botes de bebidas) y no cuenta con ayuda institucional de ningún tipo.
“Quitando Carretería y la Plaza Mayor, hay pocas zonas de la capital decoradas en Navidad. Muchos barrios parece están a la espera de que lo hagan las administraciones, pero nosotros movilizamos a la gente y lo hacemos por nosotros mismos”.
Aunque el coste económico sea cero, subraya que, montar todo esto, un coste sí que tiene. “Yo soy el que ha hecho las esculturas, con lo cual es mi tiempo”.
Cambio de ‘look’
La nueva sede de la Real Academia de las Artes y Letras Conquenses, ubicada en este barrio, así como la instalación de los cursos de español para extranjeros, de un estudio de música y del espacio de arte Lamosa están contribuyendo, junto a la apertura de nuevas empresas, a dar vida cultural, social y económica a este barrio a poca distancia del centro. “El barrio se está moviendo”, dice Martínez.
Solo falta que se retomen las obras de rehabilitación del barrio incluidas en el Plan Urbana, que todavía tienen pendientes una inversión de entorno a 4 millones de euros. Para los vecinos, la prioridad es reformar las calles que quedaron sin ejecutarse en la primera fase de las obras -paralizadas hasta hace un par de meses por Hacienda por presuntas irregularidades cometidas por el anterior equipo de Gobierno liderado por Pulido- y arreglar las deficiencias observadas de los primeros trabajos realizados, sobre todo problemas de la red de saneamiento que han causado humedades en algunos inmuebles.
Reformar el alfar de Pedro Mercedes para abrirlo como museo es otro proyecto largamente anhelado, pero los vecinos tienen claro que no es algo tan prioritario como la reforma de las calles.