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Los casos de TCA atendidos por Afebac se disparan un 136% desde 2019

La Asociación de Familiares y Enfermos de Bulimia y Anorexia de Cuenca atiende en la actualidad a 45 personas afectadas
Los casos de TCA atendidos por Afebac se disparan un 136% desde 2019
Foto: Afebac
15/03/2024 - Paula Montero

A raíz de la pandemia de la Covid-19 los casos de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) se han disparado entre la población. Durante el confinamiento las rutinas cambiaron, el uso del teléfono móvil aumentó, los hábitos alimenticios se modificaron y hubo gente que empezó a practicar deporte sin haberlo hecho antes. Todo ello impactó en la autoestima. Las personas prestaban cada vez más atención a su imagen corporal, se comparaban con perfiles de redes sociales idealizados y acabaron sintiéndose mal consigo mismos   simplemente por su físico. Esas fueron las semillas que más tarde desembocaron en un aumento generalizado de casos de TCA a nivel nacional. 

En Cuenca, la Asociación de Familiares y Enfermos de Bulimia y Anorexia (Afebac) ha notado un aumento importante de casos. En 2019, la entidad atendió a 19 personas mientras que en este 2024 están prestando servicio a 45 enfermos y 30 familiares, 75 personas en total, lo que supone un aumento del 136%. “Estamos totalmente desbordados”, dice Ana Valencia, psicóloga de Afebac. Además, está bajando cada vez más la edad media a partir de la que se detectan los casos de TCA. Si hace unos años se notificaban a partir de los 15 años, en los últimos meses la edad se ha reducido hasta los 11 años y cada vez es más frecuente que se dé entre jóvenes varones. 

Una situación que se agrava al tener en cuenta que desde hace más de dos años no hay un profesional de la psicología que atienda a estos pacientes en el hospital de Cuenca. “Esto es un problemón tremendo”, alerta Valencia. En la actualidad, en el Virgen de la Luz no existe una unidad de TCA como tal, simplemente hay una psiquiatra dedicada dos días en semana a este tipo de pacientes, pero no hay psicólogo. “Imagínate que de repente a tu hija le detectan un trastorno de la conducta alimentaria y te dicen que lo más importante para su recuperación es la atención psicológica pero que en el hospital no se la pueden dar. Es normal que las familias se sientan abandonadas, es lo mismo que si te quedas embaraza y no hay un ginecólogo”, apostilla.  Si bien es cierto que la Asociación trabaja codo con codo con la psiquiatra, llevan casos en conjunto, se coordinan y comparten información cuando es necesario pero no es suficiente. 

Ante esta falta de personal, el número de personas que acuden a la Asociación en busca de atención psicológica ha crecido notablemente pero hay ocasiones en las que, a pesar de ofrecer un precio reducido, no pueden permitirse el coste de este servicio y, por tanto, tampoco acudir a un servicio privado. Como consecuencia “hay un montón de personas que no están en tratamiento y su recuperación es mucho más lenta”, explica la psicóloga. 

Otra carencia importante es la falta de un hospital de día de TCA. Los pacientes más graves se derivan a Ciudad Real donde pasan semanas e incluso meses ingresados pero, una vez mejora su situación, son dados de alta y al volver a Cuenca no tienen a su disposición un recurso intermedio. “Tienen que tener ayuda para mantener esos progresos y no retroceder”, subraya. 

Ante esta situación, desde Afebac esperan que el Sescam haga atractiva de alguna forma la plaza de psicólogo clínico para que no se quede desierta más tiempo. No han parado de reunirse con la delegación de Sanidad, han escrito cartas a la gerencia del Área Integrada de Cuenca pero las promesas acaban diluyéndose. 

CHARLAS EDUCATIVAS

Afebac también está haciendo charlas de prevención por los colegios e institutos de la provincia que están dirigidas tanto al alumnado como a los profesores y familiares. “Detectan casos pero una vez llegan al sistema sanitario el problema es el mismo”, concluye Ana Valencia.