Ha pasado casi un mes y los residentes de la calle Tirso de Molina del Casco Antiguo tienen que sortear a diario cascotes y vallas de obra para acceder a sus viviendas, tras un desprendimiento en la fachada del parking de Caballeros ocurrido el pasado 6 de julio.
Es lo que denuncian a este medio los vecinos de la zona, que no entienden que a fecha de hoy aún no se haya dado una solución y los responsables municipales solo se hayan limitado a poner unas vallas amarillas que dificultan el tránsito.
Los afectados se pusieron en contacto con el Ayuntamiento para denunciar la situación, sin embargo es la empresa concesionaria del aparcamiento la que en teoría se tiene que hacer cargo de los desperfectos.
Aunque acudieron los técnicos y los bomberos para sanear la fachada, no se ha limpiado la calle y lo único que se hizo fue cortarla con unas vallas azules que tuvieron que ser retiradas por los propios residentes porque no podían pasar a sus casas. Elementos que fueron sustituidos entonces por otros de obra que dejan un metro de distancia con la pared.Los vecinos piden al Consistorio que realice el requerimiento pertinente a la concesionaria para que repare los daños.
Se da la circunstancia que hace unos días el Ayuntamiento abrió un expediente informativo a la empresa por el incumplimiento de contrato en otros aparcamientos de la ciudad.
La AAVV del Casco insiste en que pasear por ahí es una actividad de riesgoPor otra parte, los usuarios del de la calle Caballeros se quejan de su “lamentable” estado: no hay taza de WC en los baños, no hay limpieza, está lleno de humedades, y no hay cristales en las ventanas, por lo que se cuelan muchos animales como gatos que rajan los sillines de las motos y hacen sus necesidades.
Desde la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo llevan tiempo denunciando la falta de mantenimiento de la parte antigua de la ciudad, de hecho han presentado un informe de deficiencias a Favecu.
Así, recuerdan los desprendimientos ocurridos también en la Bajada de las Angustias y la Puerta de San Juan. “Hay mantenimiento cero y caminar por el Casco empieza a ser una actividad de riesgo”, dicen, “basta con darse un paseo para ver el estado de las baldosas o los numerosos parches”.
EN OTROS PUNTOS
Pero la parte nueva de la capital tampoco se libra. Se ha vuelto algo habitual ver socavones que en lugar de repararse se señalizan con vallas y cintas y permanecen así varias semanas. Es lo que ocurre con el que hay en la misma puerta del Mercadona de Villa Román, que lleva más de dos meses y cada vez se hace más grande. La portavoz de los vecinos de este barrio, Amada García, ha mostrado su preocupación, puesto que se encuentra en una zona que tiene tránsito a todas horas. “No es solo esto, muchas cosas siguen igual que siempre y no se hace nada como con el muro de la calle Río Cabriel que se derrumbó y ahí sigue, todo igual”.
También otro de estos parches se puede ver en la glorieta de la parte trasera del Colegio ‘Isaac Albéniz’. “Parece que señalizar en lugar de reparar se está convirtiendo en algo más que habitual en distintas zonas de Cuenca”, se lamenta.
