El Ayuntamiento y la empresa Líneas Urbanas de Cuenca van a mantener reuniones internas para dar solución a las continuas incidencias que se están registrando desde la puesta en marcha de las nuevas líneas del autobús urbano. Así lo han confirmado fuentes municipales consultadas por Las Noticias de Cuenca, que no han querido hacer declaraciones públicas pero han informado de estas reuniones internas para analizar las incidencias y buscar soluciones.
Y es que, desde que el lunes arrancara el nuevo servicio de transporte urbano de la ciudad, la mayor parte de las opiniones vertidas por sus usuarios han sido de crítica hacia el Consistorio por este nuevo mapa.
Un equipo de este periódico se ha desplazado hasta el intercambiador de la plaza de Mariano Catalina, punto neurálgico de las nuevas líneas. Minutos antes de las once de la mañana del jueves 4 de septiembre, el ambiente general aquí era de crispación, donde un grupo de ciudadanos que defendían el nuevo servicio y pedía tiempo para acostumbrarse a los nuevos recorridos, estaba siendo increpado e insultado por otros ciudadanos que se mostraban en contra del mismo.
Ellos no han querido mostrar su opinión directamente a este medio, pero sí lo han hecho otros como Laura López, vecina de la Plaza Mayor que lamenta que hasta la semana pasada hubiera dos líneas con frecuencia de quince minutos “y ahora tengamos que estar esperando una hora el autobús”. “Es un engaño, no se puede vivir así, y quien tenga que venir a trabajar, o coge un taxi o llega tarde”.
Dora Elena Muñoz, que reside en la avenida República Argentina, asegura que antes tenía varias líneas de autobús pasando cerca de su casa por la calle Colón, “pero ahora me toca caminar hasta el intercambiador y esperar el tiempo que tarda en llegar el de la línea que quiero coger”. Por eso, ha asegurado que “se pierde un montón de tiempo”, y cree que si no se solucionan los retrasos que se están viviendo estos días, “habrá gente que puede llegar a perder el trabajo porque no son puntuales”.
Yara María Mazarío es conquense, y después de vivir varios años en Madrid, ahora ha vuelto a residir en Cuenca. Ella ya está acostumbrada a usar los intercambiadores de autobús, y si bien ve lioso el nuevo mapa, tampoco quiere lanzar una opinión inicial. “Tendremos que adaptarnos, porque esto es nuevo y hay que dar tregua”.
Natalia Hortelano, universitaria, lamenta que ahora tarda “el doble de tiempo” en llegar hasta el campus, zona en la que además trabaja. “Hoy voy a llegar tarde al trabajo, porque con un autobús por línea no da tiempo a cubrir el recorrido”, asegura. “En un momento dado creo que va a funcionar, pero hay que dar más fluidez a las líneas con más autobuses”, reclama.
INFORMADORES
Durante estos días, hay en marcha un servicio de acompañamiento a los usuarios, con informadores tanto en el interior de los autobuses como en el intercambiador. Consultados por este periódico, aseguran que las preguntas más frecuentes son los horarios y las nuevas paradas. “Hay un poco de confusión, pero intentamos que en todo momento tengan la mejor información posible”, aseguran. Se están encontrando con usuarios tanto a favor como en contra del cambio.
Respecto a los horarios, informan sobre todo de la frecuencia de cada línea en tiempo real, así como los cambios que se van introduciendo progresivamente. De este modo, este jueves están circulando dos buses en la línea 1 con frecuencia de paso por el intercambiador de 20 minutos. La línea 2 tiene una frecuencia que oscila los 50 minutos e incluso una hora, mientras que las líneas 3 y 4 paran en Mariano Catalina cada 40 minutos.
