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Educación como palanca de inclusión de los niños gitanos

Cuenca acoge un proyecto de integración que busca reducir el absentismo escolar en esta etnia trabajando con los menores, las familias y los colegios
Fotos: Saúl García
17/07/2022 - Dolo Cambronero

¿Hay globos?, pregunta Miguelito, de casi nueve años, mientras colorea una bandera del pueblo gitano. A su lado, sus compañeros y compañeras pintan también estas enseñas a la par que superhéroes y demás personajes infantiles. La escena transcurre en la sede de la Federación Regional Gitana en Cuenca en una de las sesiones del proyecto social ‘Hablando de inclusión’. Durante el curso escolar, las clases se centraron en brindar apoyo educativo a un grupo de 15 niños de entre seis y doce años pero ya han llegado las vacaciones y ahora la devoción es antes que la obligación.           

Combatir el absentismo escolar es el principal objetivo de ‘Hablando de inclusión’, un Proyecto de Integración Social (PRIS) a cargo de la Junta de Castilla-La Mancha y cofinanciado por el Fondo Social Europeo que se está desarrollando en Cuenca de la mano de la Federación Regional Gitana. Destinado a este colectivo, la iniciativa se centra en la intervención con menores y sus familias en el ámbito escolar en coordinación también con los centros educativos.

“Se han conseguido grandes avances con los niños con este proyecto. Hay una conexión muy estrecha con las familias gitanas, que se están implicando bastante, y con los centros educativos. Ese es el truco. Los colegios están también contentos porque les tendemos la mano cuando tienen algún problema”, celebra Rocío Bustamante Bermúdez, mediadora de la Federación Regional Gitana y encargada de este proyecto, en el que también cuenta con la ayuda de Clara Perea Ortega, trabajadora social de la asociación.

Un problema patente

La responsable del proyecto en Cuenca reconoce que el absentismo escolar en la comunidad gitana está todavía “lamentablemente muy patente”. “Y a raíz de la pandemia se ha incrementado”, asegura, admitiendo que ha habido niños de esta etnia que han llegado incluso a faltar a clase durante todo un año escolar. “En el colegio San Fernando llegó a haber en el curso 2020-2021 más de 50 alumnos abstentistas”, apunta, aunque matiza que en este curso recién acabado el problema ha mejorado aunque también se han presentado algunos casos.

“A raíz de este proyecto, se han visto grandes cambios. Nosotros tratamos de impedir que abandonen el colegio de forma temprana y promover la inclusión en el ámbito social y educativo”, cuenta Bustamante Bermúdez, también gitana, lo que facilita la mediación con las familias. El reto es concienciar a estas con el fin de que se impliquen en el proceso socioeducativo de sus hijos.

El proyecto, que se celebra desde abril hasta diciembre, se lleva desarrollando desde hace varios años en Cuenca. Cada vez que comienzan una nueva edición, se ponen en contacto con centros educativos de la capital para trabajar coordinadamente. En concreto, colaboran con los colegios Ciudad Encantada, Hermanos Valdés y San Fernando de Cuenca. “Si tienen dificultades con alguna familia, se ponen en contacto conmigo y yo hago la mediación. Esto es muy importante”, afirma.

Parte lúdica

Durante el curso, se apoya a los niños en las materias que llevan más flojas y les ayudan a hacer los deberes. Paralelamente, no se descuida la parte lúdica desarrollando otro tipo de actividades más recreativas con los pequeños como cuentacuentos y manualidades con el fin de trabajar también valores y ayudarles en su desarrollo personal y reforzar su seguridad y sus capacidades sociales.

“Los chavales responden genial. Ellos están supercontentos y se lo pasan muy bien. Y los padres también se motivan al verlos venir tan contentos”, subraya la mediadora, haciendo hincapié en que esto facilita que se impliquen más en la educación de sus hijos e hijas.

Para la trabajadora social que participa en el proyecto, la experiencia también está siendo “muy bonita y muy positiva”. “No conocía esta problemática. Nuestra labor es concienciar a las familias para que se impliquen con la educación de los niños”, relata.

Hablando de inclusión, Bustamante Bermúdez también celebra el material didáctico que ha sido elaborado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional y la Asociación del Pueblo Gitano para dar a conocer la cultura y la historia de esta comunidad en los centros educativos.

Material didáctico

En concreto, se han preparado recursos sobre la lengua gitana que podrán ser trabajados en la asignatura de Lengua Castellana; materiales didácticos sobre la historia de esta etnia que pueden desarrollarse en Ciencias Sociales; y un tercer bloque que se ha denominado diversidad y que puede incluirse en la materia de Valores Sociales y Cívicos.

“Estamos muy contentos con estos materiales. Todavía nos seguimos encontrando con muchas barreras y estereotipos. A través de estos recursos, se busca un acercamiento y que se conozca la realidad de la cultura gitana”, recalca esta profesional.

Un conocimiento que podría derribar los obstáculos con los que se topa el pueblo gitano, una comunidad con una baja tasa de estudios superiores. “Cada vez se avanza en este sentido más pero vamos despacio”, reconoce la mediadora.

Proyectos como ‘Hablando de inclusión’ pretenden poner un granito de arena para contribuir a un avance en el ámbito universitario. No obstante, ahora es verano y si durante el curso se trabaja duro, ahora los intereses son otros: plastilina, manualidades, dibujar y pintar, acuarelas, meriendas y actividades al aire libre han sustituido al refuerzo escolar y los deberes. Desmontando el refrán, la letra, con juego y cariño entra.