"El Principito", una librería de Villarroman muy solidaria
Libros, papelería, artículos de regalo, objetos personalizados... Son varias de las cosas que pueden encontrarse en ‘El Principito’, la nueva librería que desde el pasado 22 de febrero el barrio de Villa Román tiene entre sus comercios.
Su propietaria, Gloria de Julián Rabadán, una licenciada en arquitectura técnica de 35 años, se quedó sin trabajo hace dos años y medio, y tras haber consumido todo su paro, decidió que era hora de montar su propio negocio. “Me considero una persona luchadora y no podía quedarme en casa sin hacer nada y lamentándome por no encontrar trabajo”, explica Gloria, quien asegura que eligió el barrio de Villa Román por ser un barrio con gente joven que necesitaba un comercio con estas características.
El nombre que ha elegido para la librería es ‘El Principito’ por ser el título de un libro que siempre le había gustado.
ADOPCIÓN DE LIBROS
‘El Principito’ se diferencia de las demás librerías de Cuenca por ser la única que “adopta libros”. “Estoy esperando que la respuesta de la gente sea buena, y por ahora he comprado libros de segunda mano para destinar los beneficios de su venta a Cáritas de San Esteban. También aceptamos donaciones de libros para su venta y poder donar también ese dinero a Cáritas”, explica Gloria, quien cuenta que eligió Cáritas de San Esteban para dicha beneficencia por pertenecer a esa parroquia y por conocer el trabajo de esta organización desde dentro, ya que su marido realiza trabajos de voluntariado para ella. “Esperamos poder donar mucho dinero con esta acción”, comentaba.
Otra de las ideas que ésta arquitecta tiene para su librería es la de hacer una promoción en junio, cuando los niños terminen el colegio, para ofrecer el servicio de compra de libros de texto de segunda mano, para después revenderlos a quien los necesite en septiembre, “para entonces yo ya tendré la lista de libros que se utilizarán el curso siguiente y podré decidir qué libros puedo comprar y cuáles no”, explica.
Pero no queda todo ahí ya que, para evitar el tiempo de espera a la hora de ir a imprimir documentos, también ofrece la posibilidad de enviar por e-mail el archivo señalando la hora a la que se pasará a por las copias, “así, cuando la persona llega a la librería tan solo debe pagar e irse con sus copias sin esperar”. Además, para que en el inicio del nuevo curso lectivo no se formen grandes colas en su librería, ha ideado la opción de realizar el pedido en persona o vía correo electrónico y ofrecer, con compras de más de 30€, un servicio gratuito de entrega a domicilio.
Con ánimo y muchas ganas, esta conquense no ha tenido por ahora tiempo para promocionar su librería por las redes sociales y espera que el próximo cartel que cuelgue en la puerta sea el de ‘cerrado por jubilación’.
