Palomera se mueve culturalmente
La Asociación de Vecinos de Palomera, encabezada por Lucía Guijarro y agrupada por un elevado número de hombres y mujeres, cuya ilusión es mantener vivo el espíritu asociacionista para generar proyectos, crecimiento personal, inquietud por las mejores del lugar donde vives, potenciar el ocio y hacer crecer a tu sociedad, está dando pasos de gigante para demostrar que han iniciado un buen camino de apoyo, convivencia y solidaridad.
Por eso, este mes de junio programaron tres actividades que han resultado exitosas –y perdón por la falsa modestia, al formar yo parte de una de ellas-. Y lo digo, poniendo voz a sus organizadores, ya que el pasado 16 del presente mes, la psicóloga Ana Soriano Hurtado disertó sobre “Cómo sanar las heridas emocionales” desde su óptica de interventora estratégica emocional, ante un nutrido grupo de asistentes en el Salón Multiusos de la localidad de Palomera.
La sociedad ha modificado actitudes y lo ha hecho como consecuencia de una larga y trágica pandemia, con pérdidas humanas, familias desestructuradas, cambios saludables, trastornos conductuales y de salud, afianzamientos psicosomáticos y una serie de incomprensibles hábitos, razón por la que es necesario recurrir a este tipo de ayudas donde expertos y expertas en determinadas ramas del saber y de la ciencia, deben aportar como terapias de ayuda, comprensión y eficacia.
Pero es que, al día siguiente, un servidor, tuve la ocasión de charlar animadamente con un grupo de cuarenta personas, sobre cómo articular una actividad recreacionista sobre la Historia del lugar, buscando esas raíces de origen, potenciando por medio de conferencias o apuestas dinámicas, la revitalización de inquietudes y actividades.
La Asociación Conca, reconocida nacionalmente, será protagonista en el mes de agosto –concretamente el domingo 13- de una actividad medieval de campamento, proceso y vida, en torno a sus vivencias histórica de un Medievo que tanto tuvo que ver en la evolución de las sociedades actuales. Y lo harán en Palomera gracias a esta iniciativa asociacionista, provocando con ello, otras sinergias de aprendizaje hacia la seña de identidad de un pueblo que –como todos- sigue buscando sus raíces de origen para sentir el peso de su presente y futuro.
Hablamos mucho del posible origen del lugar, de la primitiva aldea de repoblación en la época del siglo XII, de la etimología del nombre (palos-troncos de madera en recorrido comercial, palomas de cría y venta, cruce de caminos, trashumancia ganadera constante, de sus hierbas medicinales), también, de las visitas de sus reyes: Alfonso VIII, Fernando III El Santo, su esposa Beatriz de Suabia, de Felipe IV, etc.; por otro lado, de los acontecimientos económicos del lugar vinculados al río Huécar como sus Molinos de harina o de papel, sin olvidar esos Centros de Esquileo, incluso de cómo evolucionó la población en torno después a la familia Salomarde y los Cuba y Clemente, generando fundación y panteón.
Pero este domingo 18, multitud de participantes lo hicieron en esa Marcha solidaria de los 7000 pasosX dentro del Área Sanitaria de Castilla La Mancha, recorriendo sus bellos parajes naturales, entre convivencia, solidaridad, fraternidad y puro deporte, para demostrar que este lugar está tan vivo como ese deseo de seguir creciendo en actividades de todo tipo, tanto de naturaleza, como culturales o de entretenimiento, siguiendo ese deseo de que la Historia, la Cultura y el Deporte pueden engrandecer las sociedades.
Mi enhorabuena a esa Asociación vecinal, a su Ayuntamiento, a todas sus gentes –buenas y generosas- y a quienes deseen hacer de estos dos lugares Palomera y Molinos de Papel, su lugar de visita y encuentro.