Arte en Arcas
Cuenca tiene lugares bellos que siguen siendo poco valorados en sus valores arquitectónicos. Uno de ellos es Arcas, situada a “tiro de piedra” de la capital conquense, rica en patrimonio y sin embargo, expresamente conocida como localidad residencial y de paso hacia las Valerias.
Hace siglos, la huella de un románico religioso dejó una iglesia de traza única y de estructura majestuoso, sin que este estilo marcase espectacularidad en sus proporciones. Sin embargo, la iglesia de la Natividad tiene una simbología especial en el llamado “Románico conquense”, el que algunos poco acertadamente llaman Románico pobre al incluir las iglesias del Campichuelo. Es un templo románico de transición al gótico castellano del siglo XIII, de una sola nave desde la que se pasa al presbiterio a través de un arco semicircular con una ventana románica en el centro y un alero con canecillos labrados. Todo el ábside está revestido de piedra sillar. En su exterior, una magnífica espadaña advierte de su presencia, exenta y adosada, con arcos apuntados para cobijar campanas y la portada románica con cinco arquivoltas también apuntadas como corresponde a la transición de ambos estilos. Su decoración, aún siendo austera, con bocel y toro, es extraordinaria, destacando el guardapolvo que lleva elementos geométricos de traza muy sencilla. Los detalles vegetales son también una muestra más de la belleza de este tempo. De ella, mucho y bueno puede contarnos su párroco Vicente Malabia, experto en sabiduría patrimonial.
El pasado sábado Arcas volvió a presentar una muestra más de Arte Moderno, con excelentes muestras de grandes maestros actuales. Jóvenes algunos, promesas en su proyección y reconocidos otros, consolidados en su estilo, han provocado una simbiosis de creación artística gracias al empeño de su Ayuntamiento, presidido por Joaquín González Mena, en seguir manteniendo este lugar como centro de Arte para su cultura y desarrollo.
Tal y como digo en el Prólogo del catálogo ideado para esta muestra: “Me gusta la creatividad que hace “esta gente” del Arte, tal vez de ese arte en minúsculas o de ese ARTE en mayúsculas, el mismo que antaño ofrecieran clásicos y ahora ofrecen “soñadores de la estética”. Fotografías que abren la óptica de un objetivo transgresor, sensorial, entre la luz y la sombra, el reflejo y la palidez de un cielo nuestro; volúmenes en esculturas de redondos perímetros que vuelan en formas sensuales; trazos a ras y con espátulas rasgantes de un claroscuro tizianesco, tablas con color aplicado en selección definida, hábil mezcla de colores, mientras lápices que ordenan las formas en papel de fino tramaje rompen su silencio con luz a destiempo o en el tiempo deseado, más todo tiene sentido, porque no hay definitoria clara pero sí, deseo, ilusión, didáctica, profesión y estilo.
Javier Romero, Yolanda Jordán, Miguel Ángel Moset, Ana Isabel Martínez, Basilio de Pedro, Javier Barrios, Francisca Casas, Francisco Morales, Carlos Codes forman este elenco y luego, Emilio Morales, éste en su esfuerzo de coordinar, mantenedor como moteño de eventos en los que no descansa y sigue apostando, maestro porque enseña y pintor porque lo luce.
Es una exposición multidisciplinar en el enfoque, elegante en su presentación, llena de positivismo porque ensalza el contenido, en planos, volúmenes o relieves, creativa en sus apuestas, dinámica porque nos ofrece Arte en diversidad y desde luego, ilusionante porque -después de difícil tiempo de pandemia- el Arte se revive con necesidad e ilusión hacia un futuro que apuesta en grande”.
Enhorabuena artistas por estar ahí, a Emilio Morales por su apuesta y su coordinación, siempre excelente y al Ayuntamiento de Arcas por arropar este tipo de actividades.