Multitudinaria participación en las fiestas de la Virgen de la Cuesta en Alconchel de la Estrella

11/05/2017 - C.I.P.

Alconchel de la Estrella y Las Pedroñeras han cumplido un año más con la tradicional romería de la Virgen de la Cuesta, una ancestral tradición que bajo la fe en la advocación de Nuestra Señora de La Cuesta une a estos dos municipios de la provincia de Cuenca, separados en la distancia pero unidos desde hace siglos por el amor a la Patrona de Alconchel.

Como cada año, cientos de pedroñeros recorrieron a pie los 40 kilómetros que separan a los dos municipios para cumplir con el rito de subir a Nuestra Señora hasta su ermita del Cerro, donde el canto del mayo y una animada vela en la que no falta la música y el baile, son las características más emblemáticas de una celebración que en los últimos años, gracias al esfuerzo de las dos hermandades, ha recobrado la fuerza.

No se sabe muy bien los orígenes de esta fiesta cuya leyenda dice que la Virgen se apareció a un pastor de Las Pedroñeras en una cueva de Alconchel y ordenó que se levantara una ermita en el cerro situado a unos 3 km al suroeste del pueblo.

La talla de la Nuestra Señora de la Cuesta data de 1250, y también en la ermita hay vestigios que hablan de una fábrica del siglo XIII pero lo cierto es que no hay documentación que feche el origen de la celebración de una fiesta que podría haber evolucionado de otras culturas. No en vano la ermita se ubica en el yacimiento del Cerro de la Virgen, uno de los más importantes de Castilla-La Mancha pues encierra bajo su suelo una de las más importantes ciudades prerromanas de la Península Ibérica.

Sea como fuere, la tradición de estos festejos que ha pasando de generación en generación remonta sus vestigios ocho siglos atrás, y año tras año sigue hermanando a alconcheleros y pedroñeros en una fiesta para la que el Ayuntamiento de Alconchel de la Estrella ha solicitado la declaración de Interés Turístico Regional.

Además de la tradición de siglos, los numerosos atractivos patrimoniales que rodean tanto el escenario de la fiesta, como el entorno y el recorrido, y las particularidades de un festejo único que une dos pueblos, hace que estas fiestas sean merecedoras de un reconocimiento que ayude a ponerlas en valor. Así lo cree el alcalde de la localidad, Tomás Borona, quien confía en que el expediente remitido a la Junta de Comunidades pase todos los trámites y puede aprobarse la declaración.

Este año el tiempo ha acompañado, y eso se ha dejado notar en todas las actividades organizadas para festejar a la Virgen de la Cuesta tanto en los actos religiosos como en las actividades populares diseñadas para el disfrute de todos los públicos en el marco de las Fiestas Patronales de Alconchel.

Especialmente emotiva fue la subida a hombros de la Virgen al Cerro, con el que comienzan las honras de los vecinos pedroñeros a la querida Madre, el canto del mayo o el baile en la ermita.

Tras la misa de campaña y comida de hermandad que este lunes se celebraba en los aledaños de la ermita de la Virgen, los festejos continuaban en Alconchel de la Estrella, con la hermosa procesión en la que la Virgen recorre el pueblo con parada en las casas de sus queridos hijos, y actividades populares entre las que no han faltado actividades infantiles y las tradicionales verbenas que han aglutinado a un numerosos público.

Señalar que el inicio de estas fiestas estuvieron marcadas por novedades como la celebración de la I Carrera de Galgos de Alconchel de la Estrella, o la visita guiada al yacimiento del Cerro declarado como Bien de Interés Cultural en el 94, y que la Asociación Althia, en colaboración con el Ayuntamiento de Alconchel de la Estrella y la empresa Airón Patrimonio, se han propuesto poner en valor.