Las Fiestas de Moros y Cristianos de Valverde de Júcar corren el riesgo de quedarse sin pólvora

Las Fiestas de Moros y Cristianos en honor al Santo Niño de Valverde de Júcar, que tendrán lugar del 5 al 10 de enero, corren el serio peligro de quedar deslucidas por la falta de un ingrediente fundamental: la pólvora, la cual, junto a los tambores y timbales de guerra, está presente en buena parte de estas fiestas que rememoran la toma del Reino Nazarí de Granada y que, además de llevar celebrándose desde más de 500 años, están declaradas de Interés Turístico Regional desde 1986.

Según señala el miembro de la Junta Directiva y general moro, José Luis Salcedo, la Subdelegación les ha negado este año la posibilidad de que miembros de las compañías participantes en las fiestas que por circunstancias laborales o familiares no pueden estar en el pueblo los días en los que se entrega la pólvora dejen a otro hermano de las compañías su licencia, DNI, justificante del pago (ya que se tiene que pagar por adelantado) y la debida autorización para que puedan recogerla en su nombre.

En esta situación se encuentran gran parte de los participantes en las fiestas, por lo que solo podrían adquirir pólvora los que estos días sí están en Valverde de Júcar, en torno al 20 por ciento del total. La legislación establece además que solo se puede recoger un kilo de pólvora por día y permiso de armas y hacen falta unos 200 kilos cada día de fiesta.

Ante esto, los hermanos que están en Valverde de Júcar han decidido plantarse y no adquirir la pólvora en protesta por una situación que, aseguran, no es nueva, y que ya hizo temer por las fiestas en 2014. 

“La gente lo ha decidido así en solidaridad con los vecinos que están fuera y no pueden recoger la pólvora a través de representantes y, también, para reivindicar nuestras fiestas, que es lo más importante que tenemos en Valverde de Júcar”, apunta Salcedo.

Salvo que el Gobierno central cambie de decisión y haga como en 2014, cuando sí dejó recoger la pólvora a todos, las fiestas podrían quedar deslucidas. “Se harán, aunque sin descargar, lo cual claro que afectará, porque los tiros son fundamentales, porque a ver cómo hacemos una guerrilla sin tiros, como no hagamos el ruido con la boca…”, dice Salcedo, que critica el cambio de normativa que hubo en 2010 y que dificulta el uso de pólvora en este tipo de eventos festivos.